Guardacostas libios interceptaron en las últimas 24 horas a 230 personas que trataban de alcanzar Europa en tres embarcaciones precarias salidas desde la costa de Libia, informó hoy el portavoz de este cuerpo, coronel Ayub Kasem.

De acuerdo con su relato, 84 migrantes de nacionalidad eritrea que navegaban en un bote de goma fueron capturados la madrugada del lunes a unas seis millas de la localidad de Melita, situada al oeste de Trípoli.

Tras ser atendidos en los aledaños de la refinería que existe en la zona, los interceptados -entre los que se hallaban seis mujeres y cinco niños- fueron trasladados a un centro de detención en la ciudad vecina de Zawia, agregó.

El coronel Kasem reveló, asimismo, que dos botes de goma más, con 146 migrantes a bordo, fueron interceptados anoche frente a la ciudad de Sabratha, otro de los principales núcleos de contrabando de personas en la costa oeste de Libia.

Los migrantes, procedentes de diversos países del norte de África y el África subsahariana, navegaban en aguas internacionales, a unas 25 y 30 millas respectivamente de las costas de Libia, cuando fueron interceptados por las patrulleras, detalló.

Los 116 hombres, 26 mujeres y cuatro niños fueron llevados a la playa y recibieron en tierra los primeros auxilios antes de ser internados en un centro de detención de Tawae, concluyó el oficial libio.

Las playas que se extienden entre Trípoli y la frontera con Túnez se han convertido los últimos dos años en el principal bastión de las mafias que trafican con seres humanos, pese a la presencia de patrulleras europeas.

Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 171.635 inmigrantes irregulares lograron cruzar a Europa en 2017, mientras que 3.116 desaparecieron en el mar.

Datos publicados por la OIM esta misma semana elevan a 19.761 el número de migrantes que han logrado cruzar con éxito la llamada "ruta central del Mediterráneo" y llegar a Italia este año y a 1.130 los que han muerto en el intento.