La popularidad del presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha caído al 34 por ciento, su nivel más bajo desde que llegó al Elíseo, en un momento marcado por polémicas como la dimisión sorpresa del ministro de Medio Ambiente, Nicolas Hulot, y el nombramiento del escritor Philippe Besson como cónsul en Los Ángeles.

Así figura en un sondeo de la firma ''BVA'' para varios medios, entre ellos la cadena RTL, y que refleja que dos de cada tres personas encuestadas confiesan su oposición a Macron, siete puntos más que hace solo un mes. Los jóvenes y las clases bajas son quienes más penalizan al mandatario.

Un 68 por ciento cree que Macron es "injusto e ineficaz", una visión que también se traduce en la falta de apoyo a algunas de sus principales políticas. Así, mientras que un 71 por ciento respalda la disminución de las ayudas por desempleo para los directivos, solo un 34 por ciento apoya "un aumento limitado de las pensiones", según la encuesta, basada en 1.040 entrevistas realizadas entre el 29 y el 30 de agosto.

Los datos de popularidad de Macron, sin embargo, no suponen una considerable diferencia en relación a sus predecesores y, de hecho, el actual presidente tiene el mismo nivel de apoyo a estas alturas que el que tenía el socialista François Hollande.

El primer ministro, Edouard Philippe, también ha perdido parte del tirón inicial y su popularidad ha caído hasta el 38 por ciento, mientras que el dimitido Hulot sigue siendo uno de los políticos con más apoyo. Un 38 por ciento de los franceses quiere que tenga más influencia, tres puntos más que en el anterior sondeo.