El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, había mostrado sus recelos a comienzos de esta semana y exigido información sobre la marcha del procedimiento. Ayer, tras varios meses, se tuvo noticias de ella. La adjudicación de la obra de ampliación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) del barrio de Buenos Aires, que el Gobierno del Estado hizo pública ayer por 20 millones de euros, permitirá a la capital tinerfeña alcanzar el objetivo estratégico de "vertido cero", un objetivo que, según Bermúdez, se había marcado el grupo de gobierno de la capital cuando entró de alcalde, en 2011.

El regidor se mostró "contento" con la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica, si bien lamentó el retraso con que se ha tramitado este expediente, "por lo que a partir de este momento estaremos vigilantes y exigiremos el cumplimiento escrupuloso de los plazos previstos en la adjudicación".

El regidor de la capital subrayó que la ampliación de la depuradora permitirá, prácticamente, la eliminación de vertidos en la capital, puesto que la instalación tendrá toda la capacidad necesaria para depurar las aguas de los municipios de El Rosario, La Laguna y Santa Cruz.

Además, con la ejecución de las obras también se eliminarán los malos olores y los mosquitos en la zona donde se ubica la estación, "una vieja demanda de los vecinos del barrio de Chamberí", indicó.

El alcalde también recordó que la gestión futura de la depuradora recaerá en el Cabildo de Tenerife, que "es la decisión más lógica, puesto que la instalación da cobertura a tres municipios".

Bermúdez recordó que la depuradora actual "ya nació corta desde su inauguración en los años 70 del pasado siglo. Fue una infraestructura construida por el Estado y, ya en esa época, el Consejo Insular de Aguas advertía en sus informes que la instalación era insuficiente porque no se tenía en cuenta ni el crecimiento estimado de población, ni tampoco la calidad de los lodos que, en Canarias, son diferentes a los del resto de la Península.

Por su parte, el concejal de Servicios Públicos de la Corporación, Dámaso Arteaga, destacó el carácter estratégico de la obra y confió en que a pesar de la baja producida en la adjudicación con respecto al presupuesto de licitación, cifrada en unos doce millones de euros, "no exista riesgo para su correcta ejecución y podamos contar con esta infraestructura a la mayor brevedad posible".

Cabe recordar que, hasta ahora, la cifra que se barajaba para la adjudicación de los trabajos rondaba los 32-34 millones, una cantidad significativamente menor a la que finalmente se ha contratado.

"Si la mesa de contratación ha propuesto esto supongo que no tendrán problemas", comentó al respecto el alcalde, quien, no obstante, advirtió de que también estarán vigilantes para que se cumplan las "calidades" que tiene que tener una obra de estas características.

Según figura en la propuesta de adjudicación, la distribución de anualidades quedará de la siguiente manera: 6,3 millones para el año 2019; 12,9 millones para 2020; y 943.800 para 2021.

La adjudicataria de las obras es la UTE formada por las empresas Joca Ingeniería y Construcciones, SA y Construcciones Alpi, SA. El plazo de ejecución de las obras está fijado en unos 33 meses a partir del comienzo de los trabajos.

La redacción y presentación del proyecto tendrá un plazo de tres meses a partir de la firma del correspondiente contrato. El presupuesto para este fin asciende a 241.560 euros.

José Manuel Bermúdez

alcalde de santa cruz de Tenerife