El gobierno local de Arafo anuncia que promoverá una serie de medidas ante administraciones supramunicipales con el objetivo de preservar la memoria, la historia y la música de los isleños que emigraron a la zona de Luisiana, en Estados Unidos, en el siglo XVIII.

"La exposición que hemos acogido tanto en el Auditorio Juan Carlos I como en la Casona de Secundino Delgado sobre este asunto, y la implicación y dedicación del grupo de investigadores, nos ha motivado para estudiar qué medidas se podrían llevar a cabo para conservar un patrimonio histórico y músico-cultural que data del siglo XVIII hasta la actualidad", ha destacado el alcalde arafero, José Juan Lemes.

Una de las medidas que analiza alcaldía consistiría en la elaboración de una moción para presentar al Pleno de la Corporación en la que se inste al Cabildo de Tenerife y al Gobierno de Canarias a que inicie un proyecto que facilite no solo la investigación, sino también que habiliten un espacio en el que se recoja la historia de la emigración de canarios y canarias a Venezuela, Cuba, Puerto Rico y Estados Unidos, entre otros países.

"El equipo de investigadores que viajó en su momento a Luisiana cuenta con un fondo documental, histórico y fonográfico muy extenso, incluso con décimas del romancero como de versiones que se cantan aquí, en el Archipiélago", indica alcalde, quien resalta que "esta parte de la historia se mantiene intacta gracias al trabajo de estas personas, pues el paso del huracán Catrina hizo desaparecer el fondo norteamericano".

Lemes también señala que la exposición que acogió Arafo sobre la "Historia y música de los isleños de Luisiana" fue un completo éxito, ya que los vecinos y vecinas de nuestro pueblo tuvieron la oportunidad de conocer un poco más sobre aquellas familias araferas que salieron a hacia dicho Estado".

El fondo recoge la emigración, entre 1777 y 1783, de los 4.000 canarios que integraron el II Batallón de la Corona Española. Sin embargo, se estima que solo la mitad llegaron a Luisiana debido a las deserciones a Cuba y Venezuela, así como por los fallecimientos ante las duras travesías de la época, según la investigadora Carmen Nieves Luis.

Al respecto, señala que del total de soldados canarios que partieron hacia dicho Estado de norteamérica, se estima que el 45% procedían de Tenerife, el 40% de Gran Canaria y el resto de Lanzarote, La Gomera y La Palma.

Manuel Fariña, profesor de historia de la ULL, recordaba en declaraciones a EL DÍA que desde 1675 el tributo de sangre ofrecía la posibilidad de que las autoridades isleñas pudieran enviar determinadas mercancías a América, como vino, aguardiente, vinagre o frutos secos, con la obligación de enviar cinco familias canarias a América por cada cien toneladas de mercancías.