Ernesto Llanos y Domingo Expósito son los responsables de la plataforma Presos de Tenerife, que se dedica a denunciar carencias y supuestas irregularidades que existen en la cárcel de la Isla. Ambos coinciden en que las "cundas" (nombre que se da a los traslados de internos a otras prisiones de Canarias o la Península) son las medidas más temidas por aquellos que tienen arraigo familiar en Tenerife. Para quien debe cumplir una condena de varios años, poder ver, hablar o tener encuentros con la pareja, sus hijos o sus padres resulta muy importante.

Llanos explica que algunos presos llegan a "tajarse" (cortarse) las venas para intentar impedir el viaje. Para ello, esas personas desesperadas pueden utilizar, por ejemplo, la tapa de una lata de atún. En el mejor de los casos, lo único que logran con ello es que los lleven a Enfermería y retrasar su salida algún tiempo; quizás un mes y medio o tres meses.

Expósito dice que la última de las citadas "cundas" se produjo hace varios meses y unos 60 internos fueron trasladados a Gran Canaria o la Península, para facilitar la reforma del módulo 4 de Tenerife II. Dicho portavoz de la Plataforma señala que "no es cierto" que algunas personas trasladadas carecieran de arraigo familiar en la Isla.

En otras ocasiones, las heridas sangrantes se producen para que los funcionarios de Instituciones Penitenciarias les hagan caso y les permitan visitar Enfermería para calmar un dolor físico o cualquier malestar insoportable.

Ernesto Llanos explica que "estas chapado (encerrado) desde las ocho de la tarde hasta las ocho de la mañana". Dice que, en ese tiempo, el preso puede sufrir crisis de ansiedad o necesitar algún tipo de medicación; y la manera más certera de llamar la atención de los vigilantes es cortarse vasos sanguíneos para que los saquen de las celdas, según aclara el santacrucero Llanos, que, durante su estancia en la cárcel, llegó a presidir el denominado Módulo de Respeto. Otras veces, el interno puede tragarse pilas para que se le atienda.

Expósito aclara que, en los casos de los presos con familia en la Isla, no hay ningún medio legal para impedirle que siga en Tenerife II, a no ser que se trate de una persona muy conflictiva. Ambos comentan que carece de "sentido que a un padre de familia que no tiene ni un parte disciplinario, que se comunica con sus seres queridos y que cumple con sus vis a vis" se le saque del territorio insular, aunque sea temporalmente. La posibilidad de trasladar presos se valora en la Junta de Tratamiento de cada cárcel y después se hace una propuesta a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias con los nombres de los internos elegidos. Y ese órgano es el que oficialmente decide la aplicación de la medida.

Domingo Expósito y Ernesto Llanos señalan que hay algunos internos que se quejan del "trato, la falta de respeto o la discriminación" que sufren por parte de una parte de los funcionarios. Llanos indica que, a veces, "hay que tener bien ordenada la cabeza para superarlo". En las denuncias que reciben en su Plataforma también figura el problema del agua, que, con frecuencia, es muy fría en invierno y extremadamente caliente en verano". En el primer caso, la causa oficial que se da es un problema técnico en las calderas, según el colectivo. Presos de Tenerife aclara que conoce algún caso en que un interno ha llegado a estar casi dos meses sin el "kit" mensual de limpieza, que está compuesto por gel, una botella de lejía, cuatro rollos de papel higiénico, dos maquinillas de afeitar, pasta de dientes, cuatro preservativos y dos unidades de lubricante". Llanos comenta que, "si tienes dinero, esos productos los pueden comprar en el Economato, pero...¿y si no?" En tales casos, la solidaridad entre compañeros es clave. Expósito cita el artículo 36 del Código Penal para señalar que un condenado puede beneficiarse de permisos cuando haya cumplido una cuarta parte de la pena; del tercer grado a la mitad de la misma, así como de la libertad provisional al llegar a las tres cuartas partes. Lamenta que, a veces, los presos no tienen acceso a la libertad provisional, porque "cuando llegan al Centro de Inserción Social (CIS) Mercedes Pinto, a los funcionarios de este recurso no les sirven los informes y el historial elaborados en Tenerife II". Critica que, de esa manera, el preso "se come la condena entera". Llanos y Expósito no están de acuerdo con la idea de que "son los familiares quienes introducen teléfonos móviles en prisión". Explican que cada uno "trabajaba por su lado" para defender los derechos de los internos, pero desde marzo de este año unieron sus fuerzas en la Plataforma. Después de varios meses, afirman que "tenemos que frenar a algunos presos para que no denuncien más".