El G20 urgió hoy a Estados Unidos y China a que solventen sus diferencias comerciales directamente, ya que las "persistentes" tensiones están impactando "la confianza en los mercados" y aumentando "la volatilidad financiera".

"El comercio internacional es un importante motor de crecimiento, y necesitamos resolver las tensiones que están afectando de manera negativa la confianza de los mercados y aumentado la volatilidad financiera", afirmó Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda de Argentina, país que ocupa la presidencia del grupo.

El ministro argentino hizo estas declaraciones en rueda de prensa en la isla indonesia de Bali, donde se celebra la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial y en cuyo marco se reunieron los ministros del grupo.

Dujovne aseguró que el G20 "puede jugar un papel como foro de la discusión".

"Pero las diferencias persistentes -indicó- deberían ser solventadas por los países involucrados directamente".

Aunque el ministro argentino evitó mencionar expresamente a China y Estados Unidos, quedó patente que el choque comercial entre las dos grandes economías mundiales que ha ido ganando intensidad en los últimos meses, centró las conversaciones del foro que agrupa a algunas de las principales economías avanzadas y en desarrollo.

Mostró también el creciente nerviosismo de los líderes económicos mundiales ante la posibilidad de que estas disputas entre Washington y Pekín acaben haciendo descarrilar un momento de repunte sostenido.

Dujovne advirtió, de hecho, que el crecimiento económico se ha vuelto "más desequilibrado", y que "algunos de los riesgos a la baja comentados a principios de año se están comenzando a materializar".

Citó, en concreto, "la normalización de la política monetaria en los avanzados" que ha provocado que "las condiciones financieras se ajusten en los emergentes", y estos hayan experimentado volatilidad.

Argentina es un ejemplo claro de estas presiones financieras, ya que Buenos Aires ha tenido que recurrir a un paquete de asistencia del Fondo Monetario Internacional de tres años de duración por 57.100 millones de dólares tras el desplome del peso.

Asimismo, otras economías emergentes, como el caso de Turquía, Sudáfrica o Indonesia han sufrido la depreciación de sus monedas ante el progresivo fortalecimiento del dólar, impulsado por el progresivo aumento de tipos de interés en EEUU.

Pese a los llamamientos al diálogo, el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, reiteró en su intervención ante el Comité Financiero y Monetario del FMI que el Gobierno del presidente Donald Trump continuará "sus esfuerzos para enfrentar las prácticas comerciales restrictivas".

"Alentamos a otros países a examinar sus políticas y tomar pasos para ayudar a reequilibrar las relaciones comerciales globales", agregó el secretario del Tesoro.

Una vez más, Mnuchin insistió en que el objetivo de Washington "es alcanzar un comercio más libre, justo y recíproco y asegurar un campo de juego más equilibrado para las empresas estadounidenses" con todos sus socios, "incluida China".

Mnuchin sostuvo un encuentro en Bali con Yi Gang, gobernador del banco central de China, para tratar "temas financieros y económicos relevantes".

Las tensiones comerciales, especialmente los más de 200.000 millones de dólares impuestos a exportaciones chinas a EEUU por Trump y las consiguientes represalias de Pekín, centran las conversaciones estos días en la asamblea del Fondo y el Banco Mundial que se prolongará hasta el 14 de octubre.

El martes, el organismo dirigido por Christine Lagarde publicó sus nuevas proyecciones macroeconómicas, en las que redujo en dos décimas las estimaciones de expansión de la economía global al 3,7 % en 2018 y 2019 como consecuencia de las dudas sembradas por la disputa comercial entre las dos mayores economías del mundo.