Un dispositivo coordinado por un oficial de la Policía Local de Granadilla de Abona, con la colaboración de la Brigada Animalista, permitió rescatar el pasado jueves a unos 120 perros de diferentes edades que se hallaban en una finca particular próxima al núcleo de San Isidro y que eran atendidos por una mujer con problemas de salud mental, que supuestamente padece el síndrome de Noé (recogida masiva de animales). Durante la entrada, los agentes encontraron a un cachorro que estaba muerto y a varios más en muy mal estado.

Todo comenzó cuando la citada persona, natural de Venezuela pero con familiares naturales de Canarias, fue autorizada por el propietario de un terreno para que se instalara en el mismo. Desde el primer momento, la ciudadana introdujo en la parcela vallada una decena de canes. Sin embargo, esos animales, muchos sin castrar, empezaron a reproducirse.

Y, además, algunos vecinos de la zona, conocedores de la situación, empezaron a desprenderse de sus mascotas y se las llevaban a dicha finca. Es decir, que la cifra de animales creció exponencialmente en poco tiempo.

El problema fue detectado hace casi tres meses y por parte de la Brigada Animalista se interpusieron cuatro denuncias para frenar la acogida incontrolada de perros. Desde el primer escrito, en el Ayuntamiento de Granadilla se abrió un expediente administrativo. En ese proceso, la mujer no hizo uso de su derecho a recurrir, a pesar de que se la informó. Y el pasado jueves se cumplió una orden de la Junta de Gobierno del consistorio para rescatar a los canes. Tras varias reuniones entre un oficial de la Policía Local y la representante de la Brigada Animalista, Andreína Pulido, se llevó a cabo una intervención en la que el referido colectivo aportó recursos para el transporte, la alimentación y la acogida de los animales. La actuación, efectuada entre San Isidro y El Médano, comenzó a las tres de la tarde y finalizó cinco horas después. La mujer, de más de 50 años, que tenía los 120 canes, ya fue identificada por agentes de la Policía Local de Granadilla hace varios años, cuando los perros a los que alimentaba generaron problemas en un barranquillo próximo a El Medano.