Técnicos de la empresa pública Grafcan y de la Universidad de Cantabria han avanzado en el desarrollo de un sistema predictivo para el oleaje de la costa de Garachico, en el norte de Tenerife, y han explicado que el trabajo conllevará la instalación en el mar de una boya con perfilador inverso.

Según se indica en un comunicado de la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, este sistema permitirá obtener una serie de datos temporales que, introducidos en modelos predictivos, contribuirán a pronosticar, a medio plazo, los episodios de oleaje.

Una vez instalada la boya, el estudio a realizar consistirá en reproducir numéricamente los eventos históricos de inundación acontecidos en la zona en los últimos 40 años, calibrar los modelos numéricos utilizados y definir una metodología para poder predecir los eventos de inundación costera en la zona con suficiente antelación.

A partir de dichos modelos, según la nota, se generará un sistema que permitirá alertar a las autoridades pertinentes cuando se prevean eventos de inundación y gestionar "con la mayor eficacia posible" la seguridad de viandantes y vehículos que transiten por la zona.

La puesta en marcha de este sistema de predicción se asienta sobre el trabajo previo realizado por personal de la Consejería conjuntamente con Plocan desde mayo de 2017, en reuniones con el grupo de desarrollo de investigación responsable del sistema Hidralerta y con el Ayuntamiento de Garachico para recopilar la información necesaria para la calibración y validación del sistema.

La viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez, ha afirmado que este proyecto dará respuesta a la necesidad del municipio de Garachico de adelantarse a las periódicas invasiones del mar en la Avenida Marítima y en la carretera TF-42, al permitir tomar medidas preventivas que "minimicen el impacto".

El alcalde de Garachico, Heriberto González, ha valorado la incorporación de este sistema, que según ha dicho, permitirá tomar decisiones adecuadas para causar las menores molestias posibles a los vecinos y minimizar los posibles daños materiales.