Carlos Eliseo Quintero Reboso ha fallecido a los 91 años de edad, después de recibir los Santos Sacramentos y la Bendición Apostólica, dejando una gran tristeza en sus familiares y en las numerosas personas que gozaron de su amistad, dada la gran humanidad que lo caracterizó en vida y unos valores que lo convirtieron en un gran caballero.

El sepelio tendrá lugar hoy, a las 13:00 horas, en la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Valverde, donde se oficiarán las honras fúnebres y a continuación al cementerio de dicha localidad.

El difunto nació en Valverde de El Hierro y murió en Santa Cruz de Tenerife. En 1953, por oposición, ingresó en el Instituto Geográfico Nacional, y después de diez años en Ciudad Real pidió ser destinado a Canarias, al Observatorio Geofísico de Santa Cruz de Tenerife.

Sucesivamente accedió a los cargos de jefe de Planificación de Proyectos e ingeniero astrónomo observador del Centro Geofísico de Canarias, y director regional para Canarias del Instituto Geográfico Nacional.

Durante su mandato se puso en funcionamiento el Observatorio Geomagnético de Güímar y se completó la red sísmica del Archipiélago, con la construcción de la estación de Las Playas en El Hierro y la de Las Cañadas en Tenerife.

Su labor profesional fue premiada con la concesión de la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil en el año 1984.

Después de jubilado, este herreño enamorado de su tierra dedicó buena parte de su tiempo libre a escudriñar las historias del pueblo herreño y a escribir seis libros que son indispensables para conocer en profundidad la historia de la isla de El Hierro y de los herreños, y colaborar con interesantes escritos con el periódico EL DÍA.

Su labor literaria se refleja en estas palabras suyas: "Si con este libro puedo ayudar a que se mantenga viva la capacidad de las nuevas generaciones para preguntar, mientras sueñas esperando la esperanza, me sentiré feliz".

Carlos Quintero fue una persona que disfrutó enormemente la vida. Sus escritos transmiten pasión. Le gustaba leer y recitar versos y poemas que había aprendido desde su juventud. Tuvo pasión por los caballos y fue un gran defensor de los animales. Sus otras pasiones fueron su isla de El Hierro, colaborador de ONG como Cruz Roja, su familia y la lucha canaria.

A todos los que han sentido la muerte de Carlos Eliseo Quintero Reboso decirles que tengan presente que él seguirá siempre vivo en el recuerdo y en lo más profundo del alma, donde anidan los más nobles sentimientos.

Cuando una persona a la que queremos mucho se va, aunque son obligadas por la tradición, las palabras de aliento no tienen mucho sentido en el difícil camino del difunto a la otra vida, pero habrá que recordarlo con bellas palabras y dar gracias a Dios por lo menos por haber disfrutado durante muchos años de la existencia de Carlos Eliseo Quintero Reboso.

Reciban nuestras condolencias sus hijos, Teresa, Carlos, Eugenia y Amelia; hijos políticos, Fermín y Ana; hermana, Carlota, y nietos, Tania, Carlota, Cristina, Alicia y Eduardo.

Que Carlos Eliseo Quintero Reboso descanse en la paz del Señor, mientras elevamos a las alturas la más hermosa oración por su eterno descanso.