Los tres tripulantes del barco de servicios marítimos que se hundió en el norte de Gran Canaria tras chocar con un ferry rápido de Naviera Armas aseguran que solo tuvieron un minuto para saltar por la borda cuando comprendieron que el buque de pasajeros se les echaba encima.

"Dio tiempo para avisar al compañero que estaba descansando y virar el barco todo a babor", "tuvimos un minuto para asimilar que lo mejor era saltar", asegura en una entrevista concedida a "La Provincia" el capitán y armador del "Trames Uno", Alberto Pariente.

La versión de los tripulantes de este barco de servicios marítimos, que se dirigía a Tenerife cargado con un contenedor de material de buceo, apunta a que fueron arrollados por el "Alborán", el ferry rápido de Armas que cubre la línea Las Palmas-Santa Cruz.

Su testimonio contrasta con la versión que ofreció el capitán del "Alborán" la misma tarde del accidente a través de un portavoz de la naviera, según la cual el ferry había pasado sobre unos restos que estaban flotando y que vieron cuando ya era imposible esquivarlos.

Pariente también relata que, al día siguiente del accidente, sus compañeros y él coincidieron con el primer oficial del ferry de Armas y este les dio un abrazo: "Estaba muy afectado", dice.

El armador de "Trames Uno" confía en poder reparar su barco para seguir trabajando en Canarias, donde veían realizando desde hace tiempo servicios como el reflotamiento de las gabarras que hundió hace unos meses un temporal en Fuerteventura o la revisión del cable eléctrico entre Lanzarote y La Graciosa.