El exconseller de Acción Exterior Raül Romeva ha pedido que los presos soberanistas puedan afrontar el juicio del 1-O en libertad y que "hacerlo encarcelados supondrá una vulneración más de garantías".

En una entrevista de TV3 este viernes recogida por Europa Press, ha sostenido que sería "razonable afrontar el juicio en libertad, es decir, poder preparar la defensa y realizarlo en libertad".

Ha explicado que seguir encarcelado durante el juicio quiere decir "dormir poco y mal, pasar el día en una celda, desplazamientos largos en furgoneta y esposados, comer mal y sobre todo no poder preparar las sesiones" con los abogados.

Romeva ha afirmado que se defenderán "como si fuera un juicio con todos los argumentos racionales y las pruebas objetivas que demuestran que, ante una ficción construida, la única sentencia posible es la absolución".

Sin embargo, también afrontarán su defensa como una acción política: "No encaramos la defensa como un gesto legal, sino más bien moral. Entendemos el juicio como la continuación de nuestra demanda pacífica y democrática por otros medios".

NIEGA PRIVILEGIOS

Sobre las acusaciones de que los presos soberanistas gozan de privilegios, lo ha negado y ha asegurado que todos los presos pueden disponer de un ''vis a vis'' adicional si hacen tareas y limpieza.

Así, ha explicado que él friega el suelo dos veces al día y los cristales el fin de semana, y es auxiliar en el polideportivo "ayudando a dinamizar actividades deportivas".

RELEVO EN ACCIÓN EXTERIOR

El exconseller ha reivindicado la tarea de Ernest Maragall al frente de la Conselleria de Acción Exterior y ha destacado que con el relevo de Alfred Bosch "la acción exterior queda en las mejores manos".

Además, le ha recomendado mantener el despliegue de la acción exterior de la Generalitat, ya que "internacionalmente existe la conciencia de que la situación política en Cataluña se resolverá votando".

También ha sostenido que el independentismo debe ser capaz de articular consensos con el resto de fuerzas políticas y "ser consciente de que la legitimidad solo tiene una fuente: el apoyo social y electoral creciente, sostenido y reconocido".

Por eso, apuesta por aprovechar el Govern "para gobernar bien y dar soluciones a los ciudadanos de Cataluña, pero también participar y condicionar las decisiones de las mayorías en el Estado".