El ''Proyecto MATRIX'' del director de Investigación Clínica del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), el doctor Borja Ibáñez, ha obtenido la beca ''ERC Consolidator'' de la Comisión Europea, dotada con dos millones de euros, para desarrollar soluciones para la toxicidad cardíaca que se asocia a algunos tratamientos del cáncer.

El proyecto, que se desarrollará en los próximos cinco años, tendrá lugar conjuntamente en el Hospital Universitario Fundación Jiménez dentro de un marco colaborativo iniciado en 2015 para abordar el estudio de las enfermedades de miocardio.

Los grandes avances en el tratamiento del cáncer, una enfermedad de la que cada año se diagnostican cuatro millones de nuevos casos en Europa, tienen en algunas ocasiones efectos adversos, como es la cardiotoxicidad.

Hasta un 25 por ciento de pacientes que recibe tratamiento con algunos de los fármacos más comunes, como antraciclinas y trastuzumab, desarrolla algún grado de toxicidad miocárdica, que puede llegar a ser muy grave y condenar al superviviente del cáncer a insuficiencia cardiaca crónica o, incluso, a fallecer.

El doctor Ibáñez ha explicado que actualmente hay tres grandes retos en la cardio-oncología. El primero es conocer mejor los mecanismos fundamentales responsables del daño cardiaco asociado a estos tratamientos tan eficaces.

El segundo, realizar un diagnóstico precoz del daño miocárdico, ya que actualmente se realiza cuando el daño es irreversible en muchos casos, y, por último, desarrollar terapias específicas basadas en el conocimiento mecanístico, ya que los tratamientos usados hoy para la cardiotoxicidad son inespecíficos y poco eficaces en general.

Las mitocondrias son las ''centrales energéticas'' de las células cardiacas y un daño permanente en ellas produce una disfunción grave e irreversible del músculo cardiaco.

MATRIX, ha indicado el doctor Ibáñez, trabaja sobre la hipótesis de que los diferentes efectos inducidos por estos fármacos en el corazón convergen en un mecanismo final de deterioro global en la producción energética por parte de la mitocondria.

Basado en la investigación previa del grupo en el campo de la biología de la mitocondria y la insuficiencia cardiaca, MATRIX abordará estos tres grandes retos.

"Gracias a los descubrimientos que hemos hecho recientemente en nuestros estudios experimentales con imagen avanzada somos capaces de apreciar este daño en la mitocondria de manera no invasiva y de forma muy precoz", ha señalado el experto.

"Ahora se trasladarán dichos hallazgos por primera vez a la clínica", ha agregado. El estudio se desarrollará mediante estas técnicas novedosas de resonancia magnética cardiaca con pacientes que inician tratamiento con estos fármacos.

Uno de los tratamientos que propone MATRIX es el autotrasplante de mitocondrias sanas para remplazar a las dañadas por el tratamiento del cáncer, algo nunca realizado antes y para lo que el grupo dispone de datos preliminares muy sólidos que ayudaron a convencer a la Comisión Europea de su viabilidad.

"Se trata de un abordaje radicalmente nuevo y que tenemos intención de llevar a la clínica si MATRIX resulta exitoso. Esto sería un cambio en el paradigma en el tratamiento de las enfermedades del corazón", ha apuntado el doctor Ibáñez.

INVESTIGACIÓN TRASLACIONAL

El proyecto financiado se enmarca dentro del programa ERC Consolidator Grant, que se dirige a investigadores jóvenes que ya han demostrado gran liderazgo dirigiendo su grupo, pero aún están en una etapa de consolidación.

El ERC es la primera organización europea que colabora con la financiación de proyectos de investigación fundamental "basados en el criterio único de la excelencia científica de un investigador y de la fuerza innovadora de su ideal", han puntualizado desde el CNIC, sin importar su nacionalidad o su campo de investigación.

El Laboratorio Traslacional para la Imagen y Terapia Cardiovascular'' del doctor Ibáñez en el CNIC es eminentemente traslacional y, aunque aborda cuestiones relacionadas con la biología y los mecanismos de enfermedad y salud, tiene como objetivo final llegar al paciente. Ibáñez es además cardiólogo en el Hospital Fundación Jiménez Díaz y jefe de grupo en el CIBER de enfermedades cardiovasculares.