"Un caso de película". Es el resumen que hace el concejal de Medio Ambiente de Santa Cruz, Carlos Correa, de la actuación llevada a cabo esta semana por agentes de la Unidad del Medio Natural (UMEN) en el Parque Rural de Anaga.

Los miembros de la UMEN detectaron, y levantaron acta de ello, un desmonte ilegal de tierras en el Roque de las Bodegas, frente a la playa, con el objeto de instalar un quiosco de madera.

Los hechos se remontan al pasado sábado, día 1. Mientras patrullaban el Macizo, los agentes detectaron un vertido de escombros en la pista de El Campanario, en Almáciga. Allí esperaron hasta que apareció un camión con la intención de seguir vaciando tierra. Era la sexta o séptima vez que lo hacía.

Sin embargo, al preguntar al propietario del vehículo por el permiso para la operación, este les informó de que carecía de él y que la tierra procedía de un desmonte que realizaba para un tercero en el Roque de las Bodegas.

Los agentes se trasladaron hasta el citado lugar, y allí comprobaron cómo se ejecutaba el desmonte de un pequeño solar. Entrevistados con el dueño del terreno -un vecino de la capital-, este también les informó de que no contaba con los permisos necesarios para realizar esa obra -tampoco para el vertido-, pero esgrimió una autorización de la Dirección General de Costas para instalar un quiosco de playa, con un retranqueo de seis metros de la carretera. "Pero eso no le habilitaba para hacer lo que hacía", remarca Correa.

Recabada esa información, los agentes de la UMEN elaboraron el correspondiente informe, que ha sido remitido ya al área de Disciplina Urbanística de la Gerencia de Urbanismo para que tome "cartas en el asunto". Además, solicitaron la suspensión cautelar de los trabajos.

Sobre este asunto, el concejal recalca que tampoco existía autorización por parte del Parque Rural de Anaga, por lo que los denunciados se enfrentan "a graves sanciones" -sobre todo el promotor-, no solo por hacer un desmonte de tierra sin permiso, sino también por el vertido.

En este sentido, el edil subraya que, "probablemente, la solución más idónea hubiera sido ir por el camino legal, aunque hubiese tardado más". "Pero quiso saltarse a la torera todas las limitaciones", sentencia.

Correa destaca al respecto la labor "silenciosa" de los agentes de la UMEN, y pide a los vecinos que pongan en conocimiento de las autoridades casos como el mencionado.