El Gobierno ha lamentado la decisión "unilateral" del "territorio" de Kosovo de trasformar sus actuales Fuerzas de Seguridad (KSF) en un Ejército propio y ha urgido a las autoridades de Pristina a dar marcha atrás y retomar cuanto antes el diálogo con Belgrado.

En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ejecutivo subraya su firme compromiso con la paz y la seguridad en los Balcanes y recalca que el diálogo entre Belgrado y Pristina es la única vía posible para alcanzar una solución duradera al contencioso sobre el territorio.

"La decisión unilateral de hoy no contribuye en absoluto a crear las condiciones necesarias para que ese diálogo fructifique", afirma en el comunicado el Gobierno.

El Parlamento de Kosovo aprobó ayer transformar su limitada Fuerza de Seguridad en Fuerzas Armadas, lo que puede tensar aún más las relaciones con Serbia, que no reconoce la independencia de su antigua provincia, al igual que España.

Las autoridades kosovares consideran esta decisión un paso "histórico" que sella simbólicamente su soberanía.

Actualmente, la seguridad en la exprovincia serbia está en manos de la KFOR, una fuerza internacional liderada por la OTAN, desde el fin de la guerra entre fuerzas serbias y milicias albanokosovares (1998-99).

El Ejército Kosovar será ahora el encargado de "garantizar la integridad territorial del país, proteger los bienes e intereses de la República de Kosovo, dar apoyo militar a las autoridades civiles en caso de desastres y participar en operaciones internacionales", según la normativa aprobada por el Parlamento.