Hemos pasado años duros, durísimos, que para muchos aún no han acabado. Han sido años en los que hemos perdido empresas, puestos de trabajo, ilusión? y ahora nos dicen los expertos que suenan campanas de "desaceleración". Lo cierto es que hay datos que reflejan una situación preocupante: las consecuencias del "brexit" británico, una Alemania con indicadores económicos no muy buenos, Italia con una situación política complicada y España sin la estabilidad política que necesitan los mercados.

La inseguridad no es buena para atraer inversión. Cuando hay incertidumbres (de todo tipo) los inversores se van a otros lugares por mucho que les hablemos de las bonanzas de las Islas. Ni el REF (que necesita para ya mismo el reglamento que le desarrolle) ni la zona ZEC conseguirán gran cosa si cuando llegan los inversores con sus proyectos bajo el brazo se encuentran con plazos de ejecución que pueden demorarse durante años. Hay muchos lugares en este mundo tan globalizado en los que materializar proyectos o inversiones sin tener que soportar larguísimos plazos de tramitación administrativa. Por eso es tan importante simplificar la normativa, rehacer leyes y reglamentos para facilitar las inversiones, para hacer el mismo camino pero sin curvas y palos en las ruedas, aunando administraciones por secciones y con procesos sencillos y ágiles. No estamos hablando de dejar de cuidar el territorio, al contrario, hablamos de optimizar recursos para bien del territorio y de quienes lo habitan.

El futuro de las Islas pasa por la sostenibilidad, por caminar con el objetivo de la menor dependencia posible del exterior en materia energética y en eso se ha de reconocer el enorme esfuerzo realizado por las consejerías de Medio Ambiente y Política Territorial y Energía del Gobierno de Canarias y por el propio Cabildo de Tenerife. Ambas instituciones han demostrado que trabajando con un objetivo común puede lograrse lo que hace unos años parecía imposible: llegar al final de 2018 con un 20% de energía limpia dentro del mix energético de las Islas. Recordemos que al comenzar la legislatura que está a punto de finalizar el porcentaje de energía limpia producida era de apenas el 4,5%, pero sería injusto no hacer aquí un paréntesis: que cada institución, cada consejería, tome de ese éxito lo que le corresponda pero es de justicia reconocer la labor de los funcionarios de la Consejería de Medio Ambiente y Política Territorial, así como de la de Industria del Gobierno de Canarias y de los del Cabildo de Tenerife y Consejo Insular de Aguas: no son suficientes, han trabajado y sacado proyectos adelante estando continuamente bajo mínimos, tienen en sus manos un aspecto fundamental para el desarrollo de esta tierra pero es necesario dotar esas plantillas de personal de forma inmediata porque a todos nos espera un año ilusionante con los nuevos proyectos de la Subasta Eólica recientemente publicada y la que se llevará a cabo en 2019, pero esos departamentos no pueden humanamente con lo que se les viene encima.

Los analistas económicos confían en que la construcción pueda frenar el impacto de la desaceleración que va a provocar la apertura de los destinos turísticos que sufrieron los reveses de los atentados yihadistas. Túnez, Turquía y Egipto están despertando y sus precios serán muy apetecibles para la libra inglesa post "brexit". Bien? pero si queremos que la construcción actúe como muro de contención debemos recordar a los representantes políticos que hay tareas que quedan por hacer, que es cierto que buena parte de los ayuntamientos de las Islas apoyan sin fisuras a las empresas constructoras locales, especialmente Santa Cruz de Tenerife, Puerto de la Cruz, Los Realejos, El Rosario o Adeje, en el caso de Tenerife, pero es una estela que deben mantener el resto de las administraciones cuando empiecen a licitarse las obras de 2019. Las administraciones públicas deben proteger y amparar a las empresas locales porque el 51% del presupuesto de cualquier contrato público revierte a las arcas de las administraciones donde esté radicada la empresa adjudicataria. Si la empresa está radicada en Murcia, serán los murcianos quienes disfruten de ese 51% y ni es justo ni se hace en otros territorios del Estado, empezando por la provincia de enfrente.

A veces tendemos a pensar que el mundo ha sido y va a seguir siendo tal como lo vemos pero no es así y los canarios lo hemos sufrido en la cercanía con la que sentimos a Venezuela, uno de los países con mayor riqueza del mundo, un lugar que hace 40 años estaba como nosotros a día de hoy y al que actualmente vemos en la más profunda de las crisis. El por qué y el cómo ha llegado Venezuela a su situación actual es algo que debe llevar a la reflexión a toda nuestra clase política. A nivel estatal vivimos momentos en los que es absolutamente imprescindible aparcar los partidismos y tener visión de estado porque lo contrario puede llevar a extremismos de consecuencias impredecibles. Las páginas de la historia están llenas de testimonios al respecto. La democracia que tenemos seguramente es mejorable pero lo que sea preciso hacer, debe hacerse desde la serenidad, los momentos convulsos no son buenos compañeros de las decisiones importantes y los mercados buscan siempre destinos seguros para sus inversiones.

Los últimos días del 2018 han traído buenas noticias, como la puesta en marcha del parque Eólico Chimiche en el que más de 700 empresarios y familias canarias integradas en la Concap e Iberdrola van de la mano para generar energía limpia, también nos ha dejado una nueva subasta eólica y otra más en el horizonte del año que estrenamos y nos deja la seguridad de que se va a cerrar el anillo insular y la esperanza de una gestión óptima de los Puertos de Tenerife porque, más allá de la buena noticia de la llegada de Carnival a la Central de Cruceros, lo cierto es que con la llegada del nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Tenerife se respira un nuevo talante y otros modos muy esperanzadores para un sector tan importante en la vida de las Islas. Sin embargo, 2018 también nos deja zozobras, como el futuro definitivo de la nueva terminal que necesita el Aeropuerto del Sur, nos deja pensando que hay que acabar con las colas en las dos autopistas porque es cierto que harán falta grandes obras pero mientras tanto habrá que echar mano de la creatividad de los expertos y seguramente de obras más pequeñas que sirvan para aligerar el peso del tráfico en las horas punta y nos deja con el Convenio de Carreteras, tan fundamental para todas las Islas, en medio el rifirrafe político.

La verdad es que 2019 viene cargado de importantes incertidumbres, de un panorama político ciertamente preocupante a nivel nacional e internacional, con elecciones locales, insulares y regionales en primavera, pero en medio de todo está una población con ganas de tranquilidad y seguridad laboral y un puñado de empresarios queriendo hacer lo que mejor saben: trabajar para crear empleo. Feliz y saludable 2019.

* Presidente de la Concap