La incertidumbre asociada a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) dificulta a las empresas británicas contratar a trabajadores cualificados, advierte un informe publicado hoy por la asociación de las Cámaras de Comercio Británicas (BCC, en inglés).

Una encuesta entre más de 6.000 firmas británicas indica que el 81 % de las compañías manufactureras y el 70 % de las empresas del sector servicios tienen problemas para encontrar empleados con la formación y la experiencia requeridas.

El director general de las Cámaras de Comercio, Adam Marshall, urgió al Gobierno a tener en cuenta ese problema a la hora de diseñar su futura ley de inmigración.

El ministro de Interior, Sajid Javid, anunció a finales de diciembre planes para redactar una nueva ley que imponga un salario mínimo de 30.000 libras anuales (33.300 euros) al contratar a trabajadores de la UE y contribuya a reducir la inmigración desde países del bloque comunitario en un 80 %.

"Las preocupaciones de las empresas acerca de los recientes planes del Gobierno sobre las futuras normas de inmigración se deben tomar en serio. Las compañías deben tener la capacidad de acceder a los trabajadores en todos los niveles sin altos costes ni burocracia", afirmó Marshall.

Subrayó asimismo que la falta de definición sobre las condiciones de la salida británica de la UE, prevista para el próximo 29 de marzo, ha ralentizado las ventas y aumentado los precios en los últimos meses de 2018.