Los operarios que se encargan de las obras del túnel viejo de la Cumbre, cuya apertura debería producirse a lo largo de este mes, comenzaron anoche con la instalación de las nuevas luminarias, de tecnología LED y que serán regulables para una operatividad más eficiente.

La nueva iluminación dispondrá de un sistema informático para detectar el número de vehículos que en cada momento estén circulando por el interior de esta infraestructura, adaptando su intensidad.

El túnel viejo, que está sufriendo una reestructuración profunda, ya tiene instalada la red de telecomunicaciones, con cámaras de vigilancia, y para su funcionamiento apenas falta conectarla con el centro unificado de control, ubicado en la boca de salida por el Valle de Aridane del túnel nuevo, a través de una red existente.

Tras colocar la iluminación, apenas quedaría por afrontar las obras de pavimentado y culminar pequeños detalles, a lo que se unirá un tratamiento estético novedoso y que sorprenderá a los usuarios de la vía.

El consejero insular de Infraestructuras, Jorge González, se ha mostrado "satisfecho" de cómo se están desarrollando los trabajos, sobre todo teniendo en cuenta que "durante el día se está permitiendo la circulación dentro del túnel a la vez que se realiza la obra", lo que "como es lógico" supone "que los plazos de ejecución aumenten".