Venecia cobrará entre 2,5 y 10 euros a aquellos turistas que visiten la ciudad durante solo un día y que no pernocten en ella, una "tarifa de aterrizaje" recogida en la Ley de Presupuestos italiana y que tiene el objetivo de mantener limpia la ciudad y permitir que los venecianos "vivan con mayor decoro", según ha explicado el alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro.

Este impuesto solo gravará sobre turistas que pasen un solo día en la ciudad, ya que los que se alojan en hoteles u otros establecimientos ya contribuyen a través del impuesto turístico. El pago se realizará junto a la compra de los billetes del transporte que utilice el turista y no podrá superar los 10 euros.

Especialmente dirigido a los cruceristas, Brugnaro ha indicado que el importe que se recaude no irá destinado a "hacer efectivo", sino al pago de las horas extra de los bomberos, policías o servicios de limpieza y a tratar de rebajar los impuestos a los venecianos, con el fin de detener el "éxodo" del centro histórico.