El derrumbe de la parte occidental del volcán indonesio Anak Krakatau, que el pasado 22 de diciembre causó un tsunami con más de 430 muertos, ha dejado una espaciosa bahía en la isla, como evidencian imágenes tomadas por satélite.

El equipo de la compañía Planet Labs, con sede en la ciudad estadounidense de San Francisco, ha logrado captar la situación actual de la isla, cubierta desde el desastre natural por un temporal de nubes y precipitaciones.

En las instantáneas, tomadas por el satélite SkySat el 30 de diciembre y facilitadas hoy a Efe, se aprecia la desaparición del cono lateral del volcán y en su lugar muestra una bahía que abarca casi la mitad de la isla.

El agua de la nueva bahía aparece en momentos humeante por la continua actividad del volcán, ahora submarino.

El Anak Krakatau se alzaba en una isla del estrecho de Sonda, entre las islas de Java y Sumatra, a 340 metros sobre el nivel del mar pero tras la catástrofe su altura ha quedado reducida a 110 metros.

La agencia para desastres en Indonesia estima que la isla ha perdido alrededor de un tercio de su anterior volumen o entre 150 y 170 millones de metros cúbicos de tierra.

Una erupción del volcán, según los expertos, causó el corrimiento de tierra que al caer al mar desató olas de unos tres metros que impactaron sin previo aviso la noche del día 22 con las costas.

Centenares de turistas y residentes se vieron sorprendidos por la súbita subida de las aguas, que dejó al menos 437 muertos y 16 desaparecidos, unos 1.450 heridos y más de 33.700 personas desplazadas.

Las autoridades indonesias han establecido un área de exclusión alrededor del volcán de un radio de cinco kilómetros y han pedido a los habitantes a ambos lados del estrecho de Sonda que mantengan una distancia de mar de entre medio y un kilómetro, como medida preventiva por si ocurre otro tsunami.

Indonesia se asienta sobre el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida cada año por unos 7.000 temblores, la mayoría moderados.