Todos los municipios de Canarias, en general, se entregaron anoche a la organización de diferentes actos con motivo de la llegada de los Reyes, que, tras comenzar la jornada visitando a los niños de los diferentes centros hospitalarios de Tenerife y La Gomera, acabaron "colándose" en todos los hogares para satisfacer muchas de las ilusiones que los pequeños les comunicaron por carta.

En Santa Cruz, más que el espectáculo del Estadio -que entusiasma a los niños solo con el "rugir" del helicóptero-, destacó una docena de carrozas elegantes, bien decoradas y que trajeron al recuerdo la mejor época, dejando en el olvido esta asignatura que se le resistía hasta ahora a la capital. La Cabalgata fue un desfile con personajes carnavalescos que contó hasta con una carroza del CD Tenerife para trasladar al Rey Gaspar. Desde anoche se sabe de qué equipo es una de Sus Majestades. Llamaron la atención los camellos de refuerzo que acompañaron a los Reyes Magos en su paseo por La Laguna. Pero el cuadrúpedo de Baltasar volvió a resistirse. Fue un desfile compacto, sin obviar la emotiva ofrenda en el Santuario del Cristo.

En las comarca norte, los camellos se tomaron un descanso en La Orotava y obligaron a Melchor, Gaspar y Baltasar a realizar el recorrido a pie.

La Esperanza destacó por la numerosa presencia de público en la plaza del Ayuntamiento de El Rosario, con la solemne subida de Sus Majestades por las eternas escalinatas, tras una cabalgata que contó con refuerzos de Correos para apurar las últimas horas de recogida de cartas de los niños.

Candelaria vivió una noche mágica, como las de las Fiestas de Agosto, pero la víspera del 6 de enero. Si bonito fue ver la plaza de la Basílica convertida en un belén viviente del siglo XXI lleno de gente, más emocionante fue el recibimiento en el pórtico del Ayuntamiento de la Villa.

La elegancia de las carrozas, muy cuidadas como las de Santa Cruz, contrastó en algún caso con números más propios de la cabalgata de febrero que de la de enero, como en la capital palmera, con drag incluido... En Los Cristianos, los Reyes llegaron en helicóptero, igual que en Adeje. Fue la noche de los niños, que vivieron grandes sueños, hasta contagiar a sus mayores y poner en valor la familia.