Terminadas las fiestas, espero que niños y mayores hayan disfrutado de sus regalos de Reyes. Han sido unas navidades intensas y, como siempre, atiborrándonos de comida. La vida ha cambiado y los menús también, pues ya puedes comer alimentos, por muy especiales que sean, en cualquier día del año, por lo que las cenas y comidas han dejado de tener el estímulo y la ilusión de tiempos pretéritos cuando escaseaba casi todo. La vida sigue y afrontaremos los nuevos propósitos, el primero casi siempre el de quitarnos todos los kilos sobrantes, pero lo olvidaremos antes de llegar a carnavales. Somos verdaderos glotones y con la edad uno no cambia, de chico mi madre me decía: "Pepito, ten fundamento, no seas tragón", pero es que antaño era un saco sin fondo.

El título de este comentario viene a lo que ocurre siempre, si quieres llevarte bien con tus amigos, nada de discusiones de religión, política o futbol. Otro propósito que tampoco se cumple, así que veremos a qué temática dedicaremos cada semana del nuevo año. Siempre me han parecido fenómenos los articulistas que escriben todos los días. Hay que tener mucha cabeza, como un tal Castañeda de mi época que escribía cada día sobre su isla de El Hierro. Me parecía un portento. ¿De dónde sacaba las noticias?

Ahora cuando enciendes la televisión, en las noticias solo se habla de lo mismo, Cataluña y vuelta a Cataluña, y con esos paños calientes nunca solucionaremos nada. En Europa existe mucha blandenguería, mucha historia progresista y hartazgo de democracia, vocabulario del que a todos los políticos se les llena la boca, pero son pocos, muy pocos, los que la practican. Me gustaría gente que gobierne de verdad, con razonamiento, dignidad y con el corazón en la mano. Hay un montón de problemas por resolver y, aunque en algún caso ponen interés, la mayoría solo desea disponer de un buen sueldo y quedarse al margen del sufrimiento ajeno.

Seguimos con cifras demasiado elevadas de paro. Sin trabajo y un salario decente es imposible acceder a una vivienda digna, a cubrir unas mínimas necesidades de alimentación y vestimenta, o a pagar los gastos de agua, luz y teléfono. Hay menos acceso a una buena educación y por eso unos pocos cada día son más ricos, la clase media está desaparecida en combate y la pobreza sigue aumentando a niveles de postguerra. Equilibrar todo esto es difícil, y aunque existe voluntad, faltan inteligencia y decisión. Un país no puede mejorar sin una clase empresarial potente que invierta su dinero. Nos gobierna una administración descabellada en la que superan los administradores a los administrados. Ningún estado puede soportar esa carga y la duplicidad de organismos. En nuestra tierra la carga impositiva es excesiva, con gobierno, cabildos y ayuntamientos con demasiados funcionarios. Algunas veces pienso nos están engañado y somos muy ricos, porque la gente gasta sin ton ni son, pero la realidad es que cada español debe afrontar fuertes deudas.

Lo peor es que esta progresía no está capacitada para sacarnos adelante. No se ponen de acuerdo en nada, todos quieren tener la razón. Sánchez nos endosa un discurso lleno de gestiones maravillosas y que él solito nos ha sacado de la tumba en que nos dejó Rajoy. Se cree sus propias mentiras. González y Guerra ya lo avisan, a este no lo sacan de la Moncloa ni con agua hirviendo. Un día dirá una verdad y como decía Pepe Monagas, agregará: "Ya me equivoqué". En la oposición, más de lo mismo, ni siquiera cierran un pacto para gobernar en Andalucía porque Rivera no quiere saber nada de los "apestados" de VOX, y cuanto más se opongan más crecerán porque no se dan cuenta de que el pueblo está harto de mentiras y falsedades y quiere soluciones y esperanza. En las próximas elecciones tendremos muchas sorpresas, ya en el periódico El Mundo los aproxima a Podemos.

Termino ratificando lo que dice el señor Izquierdo de Fepeco. Justo antes de Reyes paseé por varias carreteras comarcales y es un horror, estamos en una isla rota ¿Cuántos empleos se pueden crear en este sector? ¿Cuántas bocas se podrían alimentar? Publican proyectos y hablan de adjudicaciones, pero no hay manera de empezar con la primera paletada.

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