La Laguna separó más los residuos durante el pasado año. Esa es la principal conclusión que se extrae de la comparativa de la recogida selectiva de basura en el municipio entre los años 2017 y 2018. El aumento queda claro al observar que entre enero y noviembre se habían recogido más envases, papeles y cartones, y enseres y voluminosos que en todo el ejercicio anterior.

Según destacó el concejal de Servicios Municipales, Antonio Pérez-Godiño, en paralelo se produjo una disminución de la basura ordinaria. En los once primeros meses del año hubo siete en los que se redujo el volumen, con una bajada media del 0,4% y 260.832 kilos. Mientras, el promedio de aumento en envases ascendió al 16,7%; en papel y cartón, al 10,98%, y en enseres y voluminosos, al 9,07%.

Más en detalle, en 2017 hubo 1.139.300 kilogramos de envases que fueron depositados en su contenedor correspondiente, mientras que el pasado año se habían registrado -sin contabilizar el mes de diciembre- 1.236.260. Lo anterior representa un aumento de 190.240 kilos, que, en términos porcentuales, lleva al 16,7% antes mencionado.

Como también ocurrió en el caso anterior, en todos los meses de 2018 hubo un aumento interanual en lo que a papel y cartón se refiere. La suma hasta noviembre fue de 2.232.390 kilos (241.064 más; un 10,98%). Precisamente los dos últimos meses que se analizaron -octubre y noviembre- fueron los mejores, con incrementos de un 25,44% y un 25,01%.

Según los datos de Servicios Municipales, el balance en lo que a enseres se refiere es también positivo, si bien se pueden observar oscilaciones. El incremento porcentual fue de un 9,07%, pero hubo disminuciones en marzo, junio y julio. La primera de ellas fue significativa, de un 27,23%. En cambio, en abril y octubre las cifras se mostraron especialmente positivas, con ascensos del 41,5% y del 38,22%, respectivamente.

Otro aspecto llamativo es que 216.084, 4.511, 8.145 y 6.526 son los kilos correspondientes a media de basura diaria (en días laborables) en la categoría general, de envases, de papel-cartón y de enseres y voluminosos. Una de las posibles lecturas de todo lo anterior es que la mayor concienciación lleva a más separación y, en consecuencia, a menos basura en el recipiente global.