El Consejo Insular de Gobierno ha aprobado el proyecto para las obras de repavimentación y mejora de los 2,2 primeros kilómetros de la carretera LP-3 La Cumbre, que tendrá un presupuesto cercano a los dos millones de euros (en concreto 1.975.620,81).

Esta carretera se inicia en la conocida por rotonda de Ifa, una de las infraestructuras viarias de sus características con una mayor densidad de tráfico de la Isla por su estratégica ubicación. En esta zona arrancará la obra programada por el área insular de Infraestructuras, que tendrá un impacto de calado en la circulación y para la que se necesita de unos 8.000 metros cuadrados de terreno divididos en nueve parcelas, que al menos en su mayor parte son de un solo propietario. Como ocurre en estos casos, habrá acuerdo, lo que parece bastante probable, o se activará el procedimiento de expropiación.

La actuación más importante será la prolongación durante unos 250 metros del doble carril de bajada (sentido Santa Cruz de La Palma), que en la actualidad termina justo a la entrada de una curva a la izquierda. En este caso, se continuará hasta aproximadamente la estación de servicios de La Grama, lo que supone, además de mayor espacio para adelantamientos, una mejora evidente de la seguridad vial.

El proyecto contempla otra acción fundamental y que era una petición histórica de los usuarios, como es la mejora integral de la curva cerrada de La Grama en dirección Valle de Aridane, donde se han producido infinidad de accidentes a lo largo de los últimos años.

Las obras tienen en cuenta incluso la reordenación de la propia glorieta de Ifa, donde también se han contabilizado un número importante de accidentes por alcance, sobre todo debido al ceda el paso ubicado dentro de la rotonda. En esta zona se producirá además un acondicionamiento estético del entorno degradado.

El plan de obras suma un carril central de acceso a la estación de servicios, a lo que se une una rehabilitación del pavimento, con fresas y geomalla antirremonte de fisuras, acometiendo la estabilización de taludes en algunos tramos.

El proyecto ha sido elaborado por un técnico del propio Cabildo, en concreto por el responsable de Obra Pública, Fernando Lozano, que ya fue capaz de resolver de manera ingeniosa y sin gran coste para las arcas públicas el Cruce del Molino, que fue durante lustros el punto negro principal de la red viaria insular.

Esta actuación es la última prevista en la carretera de la Cumbre, que se ha ido mejorando a lo largo de los últimos años, hasta que con la mejora del túnel viejo se ha decidido realizar un nuevo carril desde la conocida como Curva de los Castañeros, que será mejorada, hasta el Centro de Visitantes de la Caldera de Taburiente, antes del radar fijo que Tráfico tiene instalado en la zona. Serán unos tres kilómetros.

El consejero insular de Infraestructuras, Jorge González, destacó la importancia de esta actuación, sobre todo "porque salvamos el cuello de botella que ahora sufrimos al terminar el doble carril de La Grama y, además, mejoramos de forma crucial una curva en la que los accidentes son más habituales de lo asumible", a lo que se añade "otra serie de acciones que a la postre nos permitirán contar con un tramo mucho más seguro, con menos riesgos para todos".