Las dos mujeres condenadas en 2013 en el caso Kárate, considerado el mayor proceso por abusos a menores juzgado hasta la fecha en España, María José González e Ivonne González, disfrutan ya de permisos penitenciarios, según informa en su edición de este lunes el diario "Canarias 7".

María José González, esposa del principal inculpado, Fernando Torres Baena, fue condenada por la Audiencia de Las Palmas a 148 años de cárcel, que luego el Tribunal Supremo redujo a 140, mientras que Ivonne González cumple una sentencia de 126 años de prisión.

Por su parte, Fernando Torres Baena, al que el tribunal que juzgó el caso describió como un "depredador", el líder de una "cuasi secta sexual", fue condenado a 302 años de cárcel como autor de 35 delitos de abuso sexual y otros 13 de corrupción de menores.

"Canarias 7" precisa en su información que la Audiencia de Las Palmas autorizó el pasado fin de semana un permiso de seis días a Ivonne González, el tercero del que disfruta desde que comenzó a cumplir su condena en el centro penitenciario de Las Palmas II.

En ese permiso tuvo que intervenir la Audiencia porque la Fiscalía de Canarias se opuso a su concesión, cosa que no ocurrió en los dos anteriores, otorgados por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria sin ningún tipo de oposición por parte del fiscal.

La Audiencia ha tenido en cuenta en su decisión a favor de Ivonne González, monitora de la academia de kárate donde se cometían los abusos, su buen comportamiento, el bajo riesgo de fuga que estima la Junta de Tratamiento (del 15 %) y el hecho de que haya empezado a asistir a un Programa de Control de Agresiones Sexuales.

La otra procesada, María José González, cumple condena en una prisión de Mallorca y también ha disfrutado ya de permisos, en los que se ha tenido en cuenta su buen comportamiento.

En cambio, ni la Junta de Tratamiento, ni el juez de Vigilancia Penitenciaria ni tampoco la Audiencia de Las Palmas han accedido a las solicitudes de Torres Baena para salir temporalmente de prisión, el última de ellos cursada el pasado mes de diciembre.

Y ello, detalla el diario, a pesar de que el antiguo maestro de kárate cuenta con "excelentes informes" sobre su comportamiento en prisión, donde ayuda a reclusos con riesgo de suicidio.