El presidente del partido ultraderechista Vox, Santiago Abascal, aseguró hoy que su formación no se coaligará con "ninguna fuerza extranjera" como el Frente Nacional francés de Marine Le Pen o la Liga Norte italiana de Matteo Salvini de cara a las elecciones europeas del 26 de mayo.

En un desayuno informativo, Abascal afirmó que Vox acudirá en solitario a las elecciones a la Eurocámara, y recalcó que, si obtienen representación, sólo se acercarán "ocasionalmente" a estructuras de grupos, "porque hay una gran nebulosa en el Parlamento Europeo".

El responsable de Vox, cuyo partido logró en diciembre su primera representación parlamentaria al conseguir 12 de los 109 escaños en las elecciones regionales de Andalucía, fue muy duro con lo que denominó "las oligarquías de Bruselas". En concreto, acusó a la canciller alemana, Ángela Merkel, de llamar a la inmigración masiva y "destruir las raíces cristianas de Europa".

A su juicio, "la identidad de Europa tiene que estar asentada en las raíces cristianas y en la soberanía de sus Estados", y no en la deriva federalista de la UE en la que algunos quieren avanzar "aún más".

Abascal se defendió de quienes pretenden "demonizar" a Vox como si fuera un "partido de nazis" y lanzan alertas antifascistas que sólo están "creando un clima verdaderamente peligroso".

También garantizó la legalidad de la financiación de su partido, después de que ayer se informase de que la mayor parte de la campaña de Vox para las elecciones europeas de 2014 se financió con donaciones de personas vinculadas al Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI), una organización opuesta al régimen integrista de Irán.

Abascal lamentó también que algunas fuerzas políticas hayan pedido aplicar "un cordón sanitario" para no pactar con su partido.

"Un cordón sanitario que ha sido exigido desde la Presidencia de Gobierno (español) y dictado incluso desde el Palacio del Eliseo", que advirtió al líder del partido liberal Ciudadanos, Albert Rivera, sobre posibles pactos con Vox, añadió.