Los Mossos d''Esquadra han detenido hoy en Barcelona a 17 personas en una operación que ha permitido desarticular una célula cuyo núcleo duro estaba integrado por cinco personas que querían cometer un atentado, aunque en ningún momento tuvieron capacidad de hacerlo, según el conseller Miquel Buch.

Según han informado fuentes de la investigación, de los 17 detenidos, que acumulan numerosos antecedentes por robos y hurtos en el centro de Barcelona, cinco formaban un núcleo duro sobre el que pivota la investigación por terrorismo que los Mossos abrieron en mayo de 2017 y que dirige el titular del juzgado central número 6 de la Audiencia Nacional.

La implicación de los otros once detenidos en la voluntad de cometer un atentado, según las fuentes, se irá perfilando a partir del análisis del numeroso material informático incautada en la operación de hoy, en la que los Mossos han activado a un centenar de agentes de Información, Grupos Especiales de Intervención (GEI), Tedax y seguridad ciudadana, además de la unidad canina.

De hecho, se trataría de dos grupos vinculados, que ahora son investigados por los delitos, entre otros, de terrorismo, organización criminal, contra el patrimonio y contra la salud pública, por lo que en principio únicamente los cinco miembros de la célula pasarán a disposición de la Audiencia Nacional.

En una comparecencia en la que no ha admitido preguntas, el conseller de Interior, Miquel Buch, ha destacado que en la operación, denominada Alexandría, se ha podido detener a cinco personas que estaban en un avanzado estado de radicalización y que tenían "la convicción y el propósito" de atentar.

No obstante, Buch ha puntualizado que, pese a esta intención de cometer un atentado, la célula ahora desarticulado no ha tenido "en ningún momento" capacidad de consumar su ataque, entre otros motivos por el seguimiento y control al que le han sometido los Mossos, en el marco de su "compleja y laboriosa" investigación.

El comisario jefe del área de Información, Manel Castellví, ha detallado que la mayoría de los miembros del núcleo duro detenidos son de origen argelino, si bien entre los arrestados también figuran personas procedentes de Libia, Irak, Marruecos y Egipto.

Al igual que Buch, Castellví ha resaltado que los detenidos, pese a su "convicción" para cometer un atentado, "en ningún momento" han tenido la capacidad de poderlo perpetrar "debido a la investigación y al control exhaustivo" al que han sido sometidos por los Mossos desde mayo de 2017.

La mayoría de los detenidos se dedican como "modus vivendi" a los delitos contra el patrimonio, ya que tienen numerosos antecedentes por robo y hurto, si bien alguno de ellos también ha estado vinculado a delitos como la falsedad documental y el tráfico de estupefacientes.

De hecho, a lo largo de la investigación, los Mossos d''Esquada han podido acreditar que los detenidos hoy han cometido 369 delitos en el centro de Barcelona, especialmente robos y hurtos.

En la operación, que sigue abierta, se han registrado cinco viviendas en Barcelona y una en Igualada (Barcelona), donde los agentes han intervenido material informático que ahora analizarán para buscar más detalles sobre la implicación de los arrestados.

El conseller Miquel Buch ha destacado que Cataluña mantiene el nivel 4 -en una escala del 1 al 5- de la alerta antiterrorista desde hace cuatro años, por lo que los Mossos destinan "muchos recursos" y "esfuerzos" a esta materia, porque la lucha antiterrorista es "prioritaria".