La presidenta de la Fundación Jiménez Becerril, Teresa Jiménez Becerril, ha exigido este sábado que nadie llame al Partido Popular "la derechita cobarde", en alusión al término acuñado por Vox para referirse a los populares de Pablo Casado, y ha agregado que el PP "derrocha valentía".

"Que nadie se permita llamarme a mí, ni a todos ustedes, que son del PP, la derechita cobarde", ha remarcado Teresa, hermana del concejal Alberto Jiménez Becerril, asesinado por ETA en 1988 junto a su mujer Ascensión García.

En un debate sobre "memoria, dignidad y justicia para las víctimas del terrorismo", en la Convención del PP, Jiménez Becerril ha reprochado al ministro del Interior, Fernando Frande-Marlaska, y al Gobierno, en su conjunto, que haya acabado con la política de dispersión de presos etarras, y ha recordado que hay más de 300 casos de asesinatos de ETA sin esclarecer.

"Señor Marlaska no acerque tan rápidamente a los presos que colaboren con la justicia", ha subrayado, y también ha lamentado la foto del brindis, esta Navidad, entre la secretaria general del PSE-PSOE, Idoia Mendia, y el líder de EH-Bildu, Arnado Otegi.

Por ello, ha emplazado a los populares a secarse las lágrimas, "arremangarnos y defendernos de los enemigos de España, que son muchos".

La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Marimar Blanco, hermana del concejal de Ermua asesinado por ETA en 1997, ha valorado que "la familia popular jamás ha olvidado ni olvidará a las víctimas del terrorismo", y ha agradecido el respaldo recibido por "todos los presidentes del PP".

En el mismo sentido que Jiménez Becerril, Blanco también ha criticado al ministro Grande-Marlaska porque en estos meses "lo único que ha hecho es dar la espalda a las víctimas del terrorismo".

Con un recuerdo también para las víctimas del atentado del 11-M en Madrid, Blanco ha admitido que la "memoria, la dignidad y la justicia" hoy están en "entredicho" por la "hipoteca del Gobierno con los batasunos y los independentistas".

El presidente de la Fundación Giménez Abad, Manuel Giménez Larraz, que también ha intervenido en el debate, ha criticado el "nacionalismo excluyente, étnico e intolerante" que sigue vigente y crece "con fuerza en España y en Europa".

Giménez Larraz ha admitido que "no es justo" equiparar terrorismo y nacionalismo, pero ha pedido que "se confronte políticamente a ese nacionalismo excluyente e intolerante que, día a día, aplasta derechos y libertades y arrincona la razón en perjuicio de nuestro futuro".