Una investigación científica ha hallado un nuevo método de investigación sobre los bosques tropicales que permite analizar mejor, de acuerdo al contexto específico de cada paisaje, los cambios en su morfología. El método, publicado en la revista Ecosistemas de la Asociación Española de Ecología Terrestre, revela así que la metodología podría suponer una mejora para establecer estrategias de conservación de su biodiversidad.

El método se centra en delimitar los cambios en la cobertura del bosque tropical en los paisajes modificados por los cambios locales en el uso del suelo con el fin de obtener conclusiones más concretas sobre el estado de conservación en el que se encuentran.

Los investigadores aseguran que la nueva metodología brinda la oportunidad de controlar la heterogeneidad y especificidad de los bosques para evitar las posibles dificultades por la complejidad de cada zona estudiada. Así, consideran que esto mejoraría las estrategias de conservación de la biodiversidad a aplicar en dichas zonas.

La clave de la investigación se centra en evitar las generalizaciones habituales de otros estudios sobre los valores de la biodiversidad que dan lugar a errores de interpretación entre ecosistemas y paisajes similaes, pero con diferencias importantes entre sí, relacionadas con las historias de uso del suelo, la deforestación y fragmentación del bosque.

El método permite delimitar la vairabilidad espacial y temporal de los cambios sufridos en el bosque estudiado y las modifciaciones en su configuración del paisaje. El artículo expone que el método se basa en un análisis cuantitativo y cartográfico que facilita la selección de parches y paisajes similares, comparables entre sí.

El estudio, realizado por Luz Argelis Delgado Morales, científica del Centro de Investigaciones Ecológicas de Guayana (CIEG), se centra en una cuenca de la Reserva Forestal Imataca, en Venezuela.

Según explica la investigadora, se ha elegido esta reserva porque es "de gran relevancia mundial", ya que forma parte del bloque continuo de bosques tropicales más extenso del planeta, los bosques amazónicos, y al igual que el resto de las reservas existentes en el mundo presenta patrones de actividad humana en zonas adyacentes a sus fronteras, que "están poniendo en riesgo la viabilidad de los bosques y de la biodiversidad que contienen".

El propósito de este estudio es proponer y validar una metodología para delimitar la heterogeneidad del paisaje basada en criterios que integran el acoplamiento de los sistemas humano-ecológicos como son: la dinámica espacio-temporal de la deforestación y la fragmentación; la complejidad de la estructura del paisaje; el uso actual e histórico del suelo y la variabilidad biofísica.

Con la investigación ahora es más sencillo la selección de parches y paisajes boscosos similares, lo que permite hacer comparaciones más fiables de la riqueza y composición de las especies arbóreas.

"De esta manera, es posible minimizar el efecto de inestabilidad que se produce en las estadísticas cuando se estudian zonas situadas en diferentes localizaciones geográficas del paisaje, un avance que mejoraría las técnicas utilizadas para analizar la estructura de los paisajes similares entre sí, pero con diferencias en la historia de uso del suelo, deforestación y fragmentación del bosque, cuantificar sus características y establecer relaciones entre procesos ecológicos, sociales y físicos", destaca la investigación.

En definitiva, el estudio concluye que si se aplicara este nuevo método de investigación se dispondría de una nueva herramienta metodológica que ampliaría el espectro de oportunidades de conservación de los bosques tropicales en riesgo, ya que permitiría el desarrollo de estrategias específicas para el manejo del bosque basadas en el acoplamiento entre los sistemas humano y ecológico, que servirían como guías para diseñar y crear paisajes ecológicamente estables y socioeconómicamente productivos.