Aquellos que cuidan de personas enfermas pueden acabar agotados, si no son razonables y tratan de equilibrar los cuidados del enfermo con los suyos propios.

Tener que cuidar a una persona dependiente, o pasarse el día tratando a personas enfermas y con otros trastornos puede resultar, con el paso del tiempo, agotador tanto física como mentalmente.

Cuando hay que empezar a cuidar de una persona, el cambio en la vida es muy grande. Ya no hay tanta libertad porque toda la atención acaba por dirigirse hacia la persona del enfermo. Aunque al principio uno no se de cuenta, poco a poco la vida gira totalmente entorno de la persona a la que se está cuidado, y puede llevar a que el cuidador desatienda sus propias necesidades con las malas consecuencias que eso puede conllevar.

Síntomas que puede sufrir el cuidador

Al tener que cuidar de una persona enferma, el cuidador principal termina por responsabilizarse de cada segundo de la vida del enfermo sin pensar en lo que él necesita. Esto lleva a que la vida del enfermo se torne mejor porque recibe ayuda, mientras que el cuidador sufre las consecuencias de no cuidarse a sí mismo.

Esto es malo para ambos ya que, si el cuidador no se cuida, perderá la salud y no podrá dar al enfermo la atención que tanto necesita.

Una de las preocupaciones de muchos es cuando la persona es totalmente dependiente. Puede que no sea capaz ni de levantarse sola de la cama. En estas circunstancias, puede que el cuidador tenga que hacer ciertos esfuerzos que pueden llevarle a sufrir de problemas físicos.

Para ayudar en estas circunstancias, se pueden usar Grúas para personas que hacen más fácil poder incorporar a la persona. Pero, la realidad es que la carga física que tiene un cuidador puede ser enorme.

Otro problema puede venir por su salud mental. Aquellas personas que deben cuidar de otros, terminan por dejar completamente de lado su propia vida. Dejan amigos, salidas, ocio, y se centran de manera exclusiva en el enfermo. Esto puede llevar a enfermedades como la ansiedad o la depresión, ambas muy comunes hoy en día.

Buscar ayuda no es malo. Querer cuidarse a uno mismo no es malo, es más, es recomendable. El cuidador no debe sentir que es egoísta por buscar ayuda en Paseo santa maría de la cabeza 12 si así lo ve necesario. Si el cuidador cae enfermo, el problema será mucho mayor.

Cosas que el cuidador debe tener en cuenta

El cuidador debe tener en cuenta que, aunque debe cuidar de esa persona que está enferma y le necesita, no tiene porqué estar solo. Puede ser un buen momento para pedir ayuda a otros familiares.

Que uno se responsabilice del familiar enfermo, no quita de otros miembros de la familia tengan que poner su granito de arena. Es aconsejable que todos se envuelvan, al grado de sus posibilidades, en el cuidado del enfermo.

El cuidador debe tener momentos de esparcimiento y ocio. Tiempo para poder pensar en sí mismo, tal vez realizando un viaje a un Albergue en Granada que le ayude a tomarse un descanso para recuperar fuerzas, conectar consigo mismo y poder respirar.

Estos momentos de ocio son importantes. Todo el mundo necesita un respiro del trabajo, una persona que cuida a un enfermo pasa con él 24 horas diarias todos los días del año. Es necesario una vacaciones de vez en cuando.

Poder pasear por la ciudad, conocer sus monumentos, probar su gastronomía, poder visitar la nieve. Son muchas las cosas que uno puede hacer para descansar, y volver a reconectar con el mundo.

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Lo más importante es que el cuidador tenga la confianza de pedir ayuda, de no querer hacer todo solo, de no abandonar su vida por completo y hacer cosas que le ayuden a descansar y distraerse.