Siete Trasnvulcanias le contemplan, lo que da una idea de la preparación física de este palmero de 39 años. Sin ir más lejos, este pasado fin de semana ha estado en El Hierro disputando el exigente maratón de la Isla del Meridiano. En su palmarés, la Ultra Trail al Mont Blanc en Francia, la Transgrancanaria... Pero eso no es lo más importante para David Rubén Francisco Pages, nacido y residente en Tenerife, en concreto en Acorán (Suroeste de Santa Cruz), aunque se siente de El Paso, de donde proviene toda su familia. Lo resume así: "A mí me mueve fundamentalmente la pasión por la montaña. No se trata de competir y mucho menos de ganar, sino de disfrutar con un grupo de amigos de una afición común".

Ese grupo de amigos es Guayota Trail, formado hace cuatro años por "unos amigos amantes de la montaña, locos por las carreras de resistencia y que no buscan la victoria". Justo lo que quería David, hoy secretario de un colectivo que ya llega a los treinta integrantes,

"Nos juntamos desde diferentes clubes, aunque esta no es una entidad deportiva como tal, tiene más bien un sentido social y solidario. De encuentro y goce del paisaje juntos, unidos, porque nuestra experiencia nos dice que a la montaña no se sale nunca solo por seguridad. Hay que respetarla".

Guayota era "el demonio del Teide", la deidad que representaba el mal para los antiguos aborígenes canarios. Un nombre sonoro que adoptaron. Además, procedente de un ámbito geográfico, el del Parque Nacional, que conoce bien nuestro protagonista.

David valora: "Todo en la carrera nos motiva. El antes, sobre todo el instante justo al salir, lo vivido durante el recorrido, la enorme experiencia interior que ganamos y las anécdotas que contamos tras acabar. Todo un ritual".

Otro concepto clave, no buscar la victoria, sobre el que David comenta: "Lo que sí pretendemos encontrar es diversión, amistad o experiencias nuevas siempre con respeto al medio ambiente". Añade: "Siempre digo que en las mochilas hay que llevar agua y comida, pero cabe de todo para recoger lo que, por desgracia, se tira en el monte. Son habituales los envoltorios de chocolatinas, los botes de gel o algunas otras cosas que mejor no mencionar".

"Salimos habitualmente a patear y a correr -aclara David- por la naturaleza bellísima que nos rodea y caracteriza a los canarios. Por nuestros montes que están desapareciendo. Por disfrutar lo que los espectaculares paisajes de nuestra tierra brindan. Y, por último, porque vemos lo que pocos pueden y apreciamos lo que pocos saben que tienen a su alrededor".

David tiene esta afición "desde los once años. Me considero una persona muy deportista. Practiqué fútbol y baloncesto pero al entrar en la Universidad me ganó la vida sedentaria. De 72 kilos que pesaba me vi con 100 y me paré a pensar que no podía seguir así. Ahí comenzó todo".

"Volví al deporte, aclara, pero esta vez corriendo. Primero del Parque Marítimo al Muelle de Ribera y luego cada vez más distancia". De ahí su conocimiento de la isla de Tenerife: Anaga, La Esperanza, Teno, zonas del Sur...".

David sentencia: "Nos queda poco si no lo cuidamos". Y da ejemplos: "El Pijaral, en Anaga, suele aparecer esta época del año embarrada por las lluvias y ahora se encuentra completamente seca. O el sendero Hija Cambada, en La Cruz del Carmen, siempre muy frondoso y cada vez más abierto. O la charca de Tahodio llena por estas fechas y hoy a menos de la mitad. Si no hay cambio climático se le parece mucho y a veces lo aceleramos con nuestras acciones".

No olvida David la solidaridad: "Colaboramos con quien nos llame y ahora mantenemos una estrecha relación, que se plasmará en algún proyecto pronto, con los niños de la Escuelita Solidaria de la ONG Sonrisas del Suroeste".

No quiso acabar sin el "agradecimiento a Gimnasio Hércules y a su propietario, Ancor, y a Ymperio Sport que suministra la ropa". Todo por amor a la montaña.