Francia considera que la reunión entre el vicepresidente del Gobierno italiano y líder del antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S), Luigi Di Maio, y un grupo de "chalecos amarillos" en París es una "nueva provocación inaceptable".

"Esta nueva provocación no es aceptable entre países vecinos y socios en el seno de la Unión Europea", señaló este miércoles a la prensa un portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores.

Para Francia, Di Maio, como responsable gubernamental, "debe velar por no dañar con sus repetidas injerencias nuestras relaciones bilaterales, en interés tanto de Francia como de Italia".

El líder del M5S celebró ayer el "gran entusiasmo" que percibió en su reunión con varios representantes de los "chalecos amarillos" franceses. Di Maio se reunió en París con uno de los portavoces de ese movimiento contestatario, Christophe Chalençon, y con Ingrid Levavasseur, promotora de una lista para las próximas elecciones europeas, la Reunión de Iniciativa Ciudadana, informó el M5S en un comunicado.

El pasado 7 de enero, Di Maio ya ofreció públicamente su apoyo a los "chalecos amarillos", lo que fue rechazado por amplios sectores de este movimiento, en especial por la facción encabezada por el camionero Eric Drouet.

Francia reaccionó un día después de la declaración de Di Maio, a la que se sumó también el otro vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, y reclamó a Roma respeto y no entrometerse en asuntos internos.

El M5S, que gobierna Italia con la ultraderechista Liga y que fue fundado en 2009 contra la tradicional clase política, busca formar un nuevo grupo parlamentario antisistema en la Eurocámara a partir de las elecciones de mayo que integre también al movimiento francés.