La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 22 años por un supuesto delito de abuso sexual a un menor de edad que presuntamente cometió al hacerse pasar por una mujer para embaucar a la víctima y amenazarla luego con publicar fotos íntimas suyas si no tenía relaciones sexuales con él.

La investigación comenzó a finales del pasado mes de enero, cuando los progenitores del menor denunciaron los hechos en dependencias de la Guardia Civil.

Los padres informaron a los agentes de que un hombre, que se hizo pasar por una mujer para ganar la confianza de la víctima a través de redes sociales, amenazaba a su hijo menor de edad con publicar fotografías suyas de carácter íntimo si no mantenía relaciones sexuales con él e intentaba quedar con el chico en un centro comercial de Lanzarote para concretar un encuentro sexual.

Las pesquisas iniciadas para tratar de localizar al presunto autor del delito permitieron identificarlo como H.A.E.E. y detenerlo el 31 de enero por un delito de abuso sexual a menores de edad, concretado en el artículo 183 ter del Código Penal, ha informado este jueves en un comunicado el instituto armado..

El detenido ha pasado a disposición del juzgado de guardia de Arrecife.

La sextorsión, o chantaje con fines sexuales, es una forma de explotación sexual en la cual una víctima, que previamente ha intercambiado archivos digitales de carácter íntimo con el presunto autor, con el que ha entablado una relación a través de las redes sociales o servicios de mensajería instantánea, es obligada a entablar relaciones sexuales, enviar nuevas imágenes íntimas, entregar dinero o cualquier otra prestación con el fin de evitar la difusión de dichas imágenes entre la red de contactos que pueda tener, explica la Guardia Civil.

Dicho comportamiento conlleva varios comportamientos delictivos, como abusos sexuales, otros que pudieran afectan a la intimidad, descubrimiento y revelación de secretos, y sobro todo la extorsión.

Dependiendo de si la víctima es menor de edad o no, el autor de este delito puede enfrentarse a diferentes tipos de condena, siendo el denominador común las penas de prisión y las multas, además de diferentes ordenes de alejamiento o prohibición de comunicarse con la víctima.