El Cabildo de Tenerife, a través del área de Carreteras y Paisaje, invirtió el año pasado unos 750.000 euros en la rehabilitación de espacios degradados en los entornos de algunas de las principales carreteras insulares. Además, el área destinó otra partida de 2,8 millones a los contratos ordinarios para el mantenimiento de zonas verdes que configuran el paisaje más cercano a la red viaria de gestión insular.

La directora insular de Carreteras y Paisaje, Ofelia Manjón, recordó a EL DÍA que el Cabildo tiene entre sus competencias la conservación y mejora del paisaje: "Uno de nuestros objetivos, además de velar por la seguridad y el correcto estado de las carreteras, es contribuir a minimizar el impacto que la propia vía supone en el territorio y mejorar la calidad del paisaje que se percibe desde ella".

"En ocasiones es necesario articular medidas para potenciar y visibilizar el paisaje de las carreteras u ordenar nuevos ámbitos paisajísticos a través de la creación y mantenimiento de zonas ajardinadas coherentes con el entorno. Siempre desde la perspectiva de la sostenibilidad ambiental y económica", subrayó Manjón.

Dentro del Marco Estratégico de Desarrollo Insular (MEDI), puesto en marcha para impulsar el desarrollo económico y social de la Isla, se ha incluido un programa específico de mejora del paisaje, en el eje estratégico de Infraestructuras. En ese programa se recogen dos líneas de actuación prioritarias y una de ellas es la mejora de espacios degradados.

Esta línea pretende, entre otros objetivos, "mejorar la calidad visual del paisaje de los entornos urbanos, periurbanos, rurales y naturales, y la restauración paisajística de antiguos tramos de las carreteras", dijo Ofelia Manjón.

Desde el área insular se ha intervenido en 2018 en varios tramos de las carreteras TF-1, TF-82, TF-28 y TF-165, donde se han rehabilitado espacios degradados en los municipios de Granadilla de Abona, Santa Cruz de Tenerife, Tacoronte, Adeje y Guía de Isora.

Según destacó Manjón, el pasado año se encargó la redacción de los proyectos en otros cuatro puntos de la TF-1 (en la zona de Santa Cruz de Tenerife), la TF-5 (en La Laguna), la TF-46 (en la zona de acceso a Fonsalía) y la TF-21 (entre Aguamansa a Vilaflor).

También se contempla en esta línea de actuación la rehabilitación y creación de puntos estratégicos de alta visibilidad, construyendo o mejorando miradores a borde de carretera. La idea es dotar a la Isla de puntos de observación para el conocimiento e interpretación del paisaje.

En el diseño de estos miradores, el Cabildo tiene en cuenta la accesibilidad y seguridad para los peatones, y trabaja para lograr una propuesta armoniosa con la zona, potenciando el paisaje y la vegetación. También se busca una adecuación del aparcamiento, para que sea confortable y seguro.

Los impactos ambientales de estos miradores deben ser mínimos, con un diseño adaptado a la orografía. En 2018, el área de Carreteras y Paisaje ejecutó la mejora del mirador El Moquinal o Zapata, en Tegueste, y avanzó en la redacción de los proyectos de Amogoje y barranco de la Piedra, ambos en Santa Cruz.

Zonas verdes de integración paisajística

El MEDI cuenta con otra línea de actuación para la creación, mejora y mantenimiento de zonas verdes que contribuyan a la integración paisajística de las carreteras. Dentro de esta línea se enmarca el plan de choque integral que puso en marcha la Corporación Insular hace aproximadamente cuatro años, cuya finalidad consiste en mejorar y conservar los enlaces ubicados en vías de alta ocupación como son las autopistas y autovías, logrando una "simbiosis amable entre paisaje y carretera". El carácter decorativo se combina con el funcional, dado que, en algunos casos, se trata de zonas donde la pendiente no permite todo tipo de plantaciones, por lo que se juega con materiales diferentes, adaptados a la situación. Para ejecutar esta línea del MEDI, el Cabildo dispone de tres contratos de conservación de zonas verdes que abarcan las vías de alta ocupación de la Isla. Fruto de este trabajo, en 2018 se finalizó la mejora de diversos enlaces de la TF-1, como los de La Atalaya (Adeje); Puntalarga y Caletillas (Candelaria), o la rotonda de El Porís (Arico). Además, se actuó en los taludes del acceso a Icod de los Vinos, en la carretera TF-82.

Restauración de la vegetación potencial

Otro objetivo para mejorar los espacios degradados es la conservación de la biodiversidad y la restauración de la vegetación potencial en aquellos entornos junto a vías insulares en los que sea posible. Se presta especial atención a la erradicación de especies invasoras, como el pennisetum o rabo de gato. A finales del pasado año se realizó una importante intervención para erradicar esta especie en el margen derecho de la TF-1, en las proximidades del enlace del aeropuerto Tenerife Sur, al tiempo que se trabajó para restaurar la vegetación potencial en los márgenes entre la misma autopista TF-1 y la vía de servicio de San Isidro, en el municipio de Granadilla de Abona.