La placa de tributo a Franco situada en el interior de la parroquia matriz de Nuestra Señora de La Concepción de La Laguna -que se convirtió a mediados de noviembre en objeto de polémica- continúa en el mismo lugar tres meses después y sin que exista ningún indicador que apunte a que va a ser retirada. Se trata de una insignia que fue colocada en el templo para destacar el papel del dictador en los trabajos de reparación que se llevaron a cabo en los años 70 del siglo pasado.

"La reconstrucción de esta iglesia matriz se debe a la decisión personal del jefe del Estado español don Francisco Franco Bahamonde, que tomó a su cargo rescatar para la historia isleña esta joya de nuestro acervo artístico, siendo obispo de la diócesis el Dr. D. Luis Franco Cascón", reza el rótulo. Y prosigue solemne: "Al valorar dicho prócer y magnífico gesto, en constancia de inmensa gratitud, se coloca esta lápida para perenne memoria de tan fausto acontecimiento".

Preguntados al respecto, desde el Obispado de Tenerife optaron por no manifestarse sobre si contemplan la retirada del elemento. Este se encuentra en la céntrica iglesia desde diciembre de 1976, después de que se ejecutase en el inmueble religioso una actuación motivada por el hundimiento que sufrió en la techumbre en 1972. Esas obras comenzaron en febrero de 1973 y supusieron, entre otras labores, el desmontaje y reconstrucción de las zonas afectadas y el traslado del coro a la capilla mayor. La pieza que llegó tras ellos se ubica, concretamente, junto a la puerta más próxima a la torre.

Aparte de ese caso, existe también otro en la iglesia de Valle de Guerra, donde hay unas referencias a José Antonio Primo de Rivera en un recordatorio a los muertos por el bando franquista. Precisamente, los vestigios de esa época llevaron en fechas recientes a que el Ministerio de Justicia se dirigiese al Consistorio lagunero pidiendo la retirada de tales homenajes, aunque no precisaba cuáles. Según los expertos consultados por este periódico tras aquella comunicación ministerial, los otros de los que se tiene constancia son la denominación Ernesto Ascanio y León Huerta a la calle ubicada junto al convento de Las Claras -por tratarse de uno de los voluntarios del golpe de Estado del 18 de julio de 1936- y unas medallas de bronce de La Laguna que recibieron, en general, los voluntarios golpistas.