Inditex, dueño de Zara, logró en su último ejercicio fiscal, cerrado en enero, un beneficio de 3.440 millones de euros, el 2,2% más, y unas ventas de 26.145 millones, el 3,2% más, según las cuentas del grupo, que se vieron lastradas por la depreciación de determinadas divisas.

Aunque en términos absolutos el beneficio y la facturación marcaron récords, en cifras relativas (comparativa interanual), la evolución del resultado neto fue la peor desde 2013 y la facturación registró el menor aumento desde que el grupo cotiza en bolsa y publica sus cuentas al mercado (2001).

A tipos constantes, el avance del resultado sería del 12% y el de las ventas del 7%, subrayó el presidente de Inditex, Pablo Isla, quien afirmó que continúan viendo muchas posibilidades de crecimiento para la compañía a nivel global y que en cinco años el beneficio ha subido el 45% (1.000 millones) y las ventas el 50% (10.000 millones).

Las ventas del grupo superan los 26.000 millones y el beneficio alcanzan los 3.440

Las ventas comparables (tiendas que llevan abiertas más de un año) subieron el 4% (hasta el 82% del total) y crecieron en todas las zonas, en tanto que el negocio en internet repuntó el 27% y sumó 3.200 millones, el 12% del total del grupo.

El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 5.457 millones con un incremento interanual del 3% (11% a tipos constantes), según Inditex, cuyo máximo directivo defendió que en la compañía las mujeres cobran de media casi el 1% más que los hombres.

Isla destacó que pese a la fuerte actividad inversora (1.600 millones), lograron incrementos en todas las líneas de la cuenta de resultados y ha subrayado que han decidido elevar del 50% al 60% el pay out (beneficio destinado a dividendos) apoyados en la fuerte posición de caja (que roza los 7.000 millones).