La ONU y la Unión Europea han apelado a la comunidad de donantes a movilizar ayuda urgente para aliviar el impacto de la crisis en Siria y su contagio a los países vecinos durante la III Conferencia en apoyo a Siria y la región que coorganizan el jueves en Bruselas, a la que acudirán representantes de 85 países y organizaciones internacionales y regionales.

"Sin una inyección de fondos inmediata y substancial, el suministro de ayuda de emergencia como alimentos, agua, cuidados médicos, alojamientos y servicios de protección probablemente se interrumpirán", ha avisado este miércoles el coordinador de ayuda humanitaria de la ONU, Mark Lowcock, que ha subrayado que es "vital" que la comunidad internacional siga movilizando ayuda.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, ha alertado por su parte de la preocupante "brecha creciente" entre las necesidades "masivas" de los refugiados sirios y "la ayuda que se está liberando" y ha recordado que el 70 por ciento de los refugiados sirios viven por debajo del umbral de la pobreza.

"La asistencia reducida por los recortes de fondos implica que los refugiados son obligados a tomar decisiones agónicas cada día como sacar a sus hijos de la escuela para ir a trabajar o reducir las comidas. También son vulnerables a la explotación y el abuso", ha avisado.

La ONU ha solicitado 3.300 millones de dólares (2.920 millones de euros) para atender las necesidades urgentes de la población en Siria y 5.500 millones de dólares (4.870 millones de euros) para los refugiados sirios y las comunidades de acogida en los países vecinos y ha instado a los donantes a hacer contribuciones "generosas para 2019".

Cerca de 12 millones de sirios necesitan ayuda humanitaria y se estima que 6,5 millones padecen inseguridad alimentaria en Siria tras ocho años de un conflicto que ha provocado la huida de otros 5,6 millones de refugiados sirios a los países vecinos.

La UE ha confiado en que haya "un aumento significativo de las promesas de financiación para 2019" en comparación con la ayuda prometida para el año pasado, ha avanzado una fuente de alto nivel europea, que ha asegurado que la UE seguirá siendo uno de los principales donantes. El bloque europeo ha movilizado más de 17.000 millones de euros desde 2011 para atajar la crisis siria.

La comunidad internacional prometió en la Segunda Conferencia de Bruselas 3.500 millones de euros de ayuda humanitaria, desarrollo y para la estabilización de Siria y los vecinos para 2018 aunque se movilizó un 38 por ciento más de lo comprometido, hasta los 5.000 millones de euros para Siria y los vecinos.

El 27 por ciento fue para Siria, el 19 por ciento para Líbano, el 18 por ciento para Turquía y el 16 por ciento para Jordania, de acuerdo con el informe de seguimiento de las ayudas de la UE. Éste refleja que la mayoría de la ayuda, 4.500 millones de euros, ya ha sido desembolsada, al tiempo que aclara que las cifras no incluyen otros 1.500 millones de dólares que Estados Unidos movilizó para Siria y sus vecinos en 2018.

Según las cifras del informe, 30 de 36 donantes cumplieron o excedieron la ayuda prometida para Siria y los vecinos en 2018. La UE y los estados miembro contribuyeron con 4.196 millones de euros frente a los 2.691 millones prometidos inicialmente, de los que se han desembolsado 3.475 millones.

España, que estará representada en la conferencia por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Fernando Martín-Valenzuela, ha desembolsado 14,16 millones de euros para Siria y los vecinos frente a los 8,85 millones inicialmente prometidos, según los datos del informe.

A pesar de las ayudas prometidas en 2018, la ONU ha avisado de que sólo ha cubierto el 65 por ciento de los 3.400 millones de dólares (3.000 millones de euros) que solicitó para apoyar a la población dentro de Siria en 2018 y el 62 por ciento de los 5.600 millones de dólares (4.950 millones de euros) que pidió para los refugiados sirios en los países vecinos.

Otros 2.000 millones se prometieron en la segunda conferencia en Bruselas para 2019 y 2020, así como otros 17.200 millones en préstamos de las instituciones financieras internacionales y los donantes.

Los donantes han comprometido ya el 49% de los fondos prometidos para 2019 y 2020, es decir, 1.400 millones, aunque apenas se han desembolsado 240 millones de euros.

La UE y los estados miembro han contribuido con el 56 por ciento de los 2.944 millones prometidos y han desembolsado 238 millones de euros. España ha comprometido el 15 por ciento ya, es decir, 1,86 millones de los 12,39 millones prometidos, pero todavía no ha hecho desembolsos.

LA SIRIA DE POSTGUERRA

La cita para recabar ayuda este jueves viene precedida de dos días de conferencias para discutir las necesidades de la sociedad civil y el empoderamiento de las mujeres, así como el relanzamiento económico de la región, la protección del menor y la educación o la necesidad de asegurar una justicia y la paz durable en Siria. Suecia ha planteado relanzar el debate sobre la creación de un tribunal especial internacional en la región para juzgar a los yihadistas extranjeros.

Además, la conferencia de Bruselas pretende movilizar el apoyo político de la comunidad internacional para relanzar las negociaciones de paz entre el régimen de Bashar al Assad y la oposición bajo el auspicio de la ONU para dar una salida a la crisis.

La UE ya ha dejado claro que no apoyará la reconstrucción en Siria hasta que se haya iniciado una transición política genuina en el país.

La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, ha negado que haya "división" entre los gobiernos europeos sobre esta posición de principios, a pesar de que Italia y los países centroeuropeos no cierran la puerta a una normalización con el régimen de Damasco.

"La UE está plenamente unida sobre este punto", ha zanjado. "Puede ser un incentivo muy fuerte para que las partes sirias se impliquen seria y constructivamente", ha esgrimido, insistiendo en la necesidad de "pasar página a este conflicto" y de dar "un empuje" al proceso político ahora que "la situación ha cambiado sobre el terreno" por el avance de las fuerzas de Al Assad.

Mogherini ha avisado de que el conflicto "no ha acabado" pero aunque se ganara "la guerra" otra cosa es construir la paz y la reconciliación y ha alertado del riesgo de que la crisis siria se convierta en "una zona de no guerra sin paz", algo que no ofrecerá una base "sostenible" para el futuro del país. "Competerá a los sirios definir cuál será el futuro de Siria", ha remachado.

El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, ha admitido que "no hay fechas fijas" para relanzar el proceso de paz pero ha confiado en que el comité constitucional encargado de elaborar una nueva Carta Marga en Siria, "pueda reunirse en un futuro no muy distante", al tiempo que ha defendido que la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU contiene "todos los elementos necesarios para encontrar una solución política".

"Mi principal prioridad es implicar al Gobierno sirio y la oposición siria e intentar establecer áreas donde podamos profundizar en los asuntos que hemos acordado discutir y ver si en base a ello podemos desarrollar algunos puntos en común", ha dicho, al tiempo que ha avisado de que sin la implicación "activa" de las mujeres sirias en el proceso de paz "no se podrá avanzar".