"Si vivimos mejor que nuestros bisabuelos es por el esfuerzo investigador y por la aplicación del pensamiento crítico y la superación de los remedios pseudocientíficos. No te la juegues". Es una de las frases incluidas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar -que dirige la asturiana María Luisa Carcedo- y del Ministerio de Ciencia -con el astronauta Pedro Duque al frente- contra las denominadas pseudociencias. Terapias o "cosas", como las llama Pedro Duque, que se han hecho un hueco fundamental en la vida de una sociedad obsesiva frente a la enfermedad y el sufrimiento.

La campaña del Gobierno contra "los bulos curativos" ya tiene una primera expresión: la catalogación como pseudociencias de 72 técnicas, terapias o prácticas, hasta ahora vinculadas a la salud, que en los últimos seis años no están respaldadas por ninguna publicación científica. Que es tanto como decir que "no tienen ningún soporte en el conocimiento científico con metodología lo suficientemente sólida como para que sirva para evaluar su seguridad, efectividad y eficacia". En estas páginas se describen cada una de ellas.

El análisis seguirá con otras 66 terapias alternativas o prácticas, entre las que figuran algunas tan populares como la homeopatía y la acupuntura, porque, según sostienen los responsables del Gobierno de España, "el hecho de que existan publicaciones relativas a estas prácticas no implica que la técnica esté respaldada por el conocimiento científico y que se avale su eficacia y seguridad".

Aquí sigue el muestrario de las 72 primeras pseudociencias que cataloga el Gobierno español, un rosario de técnicas que lo mismo prometen conectar al ser humano con su "ángel de luz" que le ofrecen absorber el poder energético de las piedras, o que someten un intestino sano a una lavativa a presión.