El jurista Santiago Muñoz Machado realizó ayer, en su discurso de ingreso en la Real Academia Española, una encendida defensa de la libertad de expresión y de la tolerancia. Una conquista que ha tardado siglos en lograrse y sobre la que no conviene "distraerse ante cualquier nueva amenaza".

En su intervención, este gran experto en la organización territorial del Estado siguió esos "itinerarios" desde que comenzó la lucha por la libertad de expresión en el siglo XVI hasta "su aparente consagración definitiva en los albores del siglo XXI", afirmó este abogado, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense.

Ha sido un largo y difícil camino lleno de obstáculos el que ha recorrido el ser humano hasta conquistar de verdad, en la segunda mitad del siglo XX, la libertad de palabra. Hasta entonces, los tribunales de Europa y de América mantenían "limitaciones muy importantes a la crítica del poder público, de los gobiernos y de las instituciones", señaló Muñoz Machado (Pozoblanco, Córdoba, 1949).

Y una conquista ante la que se abren nuevos retos con la aparición de internet, "la más impresionante y vertiginosa revolución informativa de la historia de la humanidad". La libertad de palabra "no encontrará en internet censuras ni regulaciones opresivas", aunque los poderes públicos "tienen que hacer mucho todavía para evitar que se cometan delitos horrendos como los robos de la propiedad intelectual ajena, el adoctrinamiento en el odio, la violencia o los abusos de datos personales", diría Muñoz Machado en la recta final de su discurso.