Los oncólogos españoles advirtieron ayer de que en cinco años España ha pasado de ser, junto con Austria, el país europeo que más rápidamente incorporaba nuevos fármacos oncológicos a estar a la cola en consonancia con otros estados del sur como Portugal o Grecia.

Ese retraso fue denunciado ayer por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) durante la presentación en rueda de prensa de la 6ª Revisión Anual de Avances en este tipo de tumores, en la que más de 300 expertos analizan los retos asociados al abordaje de estos pacientes y los nuevos avances en los tratamientos.

El doctor Miguel Ángel Seguí, de la Corporación Sanitaria Parc Taulí y vocal del GEICAM, manifestó que nuevos fármacos aprobados en Estados Unidos y que se están ya usando en ese país con eficacia demostrada, no llegan a España hasta una media de un año y medio después.

Puso como ejemplo el Everolimus, un fármaco usado en el tratamiento del cáncer de mama avanzado RE+, de uso habitual en muchos países, pero que en España, aunque su indicación está aprobada, si una mujer lo necesita "sencillo no va a ser".

"Es evidente que no solo nuestra sanidad, sino la portuguesa, la griega o la italiana, cada vez van a tener más problemas para incorporar nuevos fármacos", dijo.

Y eso a pesar de que, según detalló, los nuevos fármacos oncológicos tienen un impacto menor al uno por mil del gasto farmacéutico. "Si hay un fármaco que permite salvar vidas y mejorar la situación, el coste relativo es ínfimo", ha incidido Seguí, quien ha subrayado que los oncólogos "intentaremos resistirnos a recortes de medicamentos", insistió.

En el mismo sentido, la doctora Ana Lluch, jefa del Servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Valencia, precisó que los nuevos avances terapéuticos tardan ahora más en incorporarse porque se ha alargado el tiempo de negociación del precio entre las autoridades sanitarias y las compañías, en aras a buscar un mayor ahorro.

Los oncólogos, además, aprovecharon la convocatoria para denunciar las desigualdades en el acceso a los medicamentos más innovadores que se dan no sólo entre comunidades autónomas, sino en la misma ciudad, dependiendo de los hospitales.

Con ellos coincidió Josefa Madrid, de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), quien consideró que la salud no puede ser negociable y pidió que "ninguna crisis pueda frenar las campañas de detección precoz".

Asimismo, a pesar de los recortes "los caminos están en marcha", afrimó el doctor José Enrique Alés, coordinador del Grupo de Epidemiología y Quimioterapia del GECAM, quien resaltó que gracias a la investigación, un porcentaje muy alto de pacientes se curan o viven mucho más tiempo, con lo que se convierten en largas supervivientes.

De hecho, en España hay 90.000 mujeres que están vivas cinco años después de que se les diagnosticase un cáncer de mama.

El hecho de que cada vez haya más largas supervivientes hará necesario plantearse el traslado a la Atención Primaria para su seguimiento, según el doctor Seguí, aunque matizó que habrá que encontrar el momento de hacerlo para que las pacientes no se sientan desprotegidas.

Actualmente, la investigación en cáncer de mama en España se dirige a identificar qué pacientes se van a beneficiar más de cada tratamiento, tratando de personalizarlo, y a la búsqueda de medicamentos dirigidos a nuevas familias de dianas terapéuticas que permitan frenar el avance de estos tumores.

algunas claves

Cuando la curación es complicada, los especialistas se están centrando en conseguir la cronificación de la enfermedad para que su evolución sea lenta y se puedan administrar tratamientos con menores efectos secundarios que no afecten a la calidad de vida de las pacientes.La supervivencia en España es cada vez más alta a los cinco años de haber sido diagnosticada la enfermedad. La buena nueva es que para cada subgrupo de cáncer de mama hay tratamientos específicos, cada vez menos tóxicos y que aumentan la supervivencia. En los últimos años se han registrado grandes avances en el tipo HER2+ (25 % del total), así como en los tumores que cuentan con receptores hormonales positivos, presente en más de la mitad de los casos. Donde menos avances hay es en el abordaje del tipo triple negativo, que supone entre el 15 y el 20 % de los casos, aunque ha aventurado que en un futuro cercano también habrá un tratamiento para este cáncer.