Manifestantes encapuchados y policías antimotines de Ciudad de México protagonizaron ayer enfrentamientos durante una marcha hacia la Cámara de Diputados. Varios cientos de jóvenes, muchos de ellos embozados y que se identificaron ante medios de comunicación como "anarquistas", chocaron en diversas ocasiones con miembros del cuerpo de granaderos que flanquean la marcha hacia el recinto legislativo. Los agentes usaron sus escudos para defenderse y trataron de contener a los manifestantes, que les lanzanban patadas y diversos objetos. Los policías también dirigían descargas de agua a presión contra los jóvenes.

Detrás de los anarquistas avanzaban los demás contingentes de la marcha, integrada por numerosas organizaciones disidentes, entre ellas el movimiento estudiantil Yo Soy 132, que protagonizó disturbios ante la Cámara de Diputados durante la ceremonia de toma de posesión de Peña Nieto. Por su parte, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que se opone a la reforma educativa promulgada por Peña Nieto en febrero pasado, realizó su propia marcha hacia la sede legislativa, pero procurando mantener distancia con la otra movilización. Rubén Núñez, uno de los dirigentes de la CNTE, aseguró que unos 50.000 maestros participan en la movilización contra la reforma educativa y que siguen llegando más a la capital. Núñez se desmarcó de los anarquistas al decir que la marcha hacia la Cámara de Diputados no tiene por objeto "enfrentar a la fuerza represora, sino evitar que prospere esta reforma y que continuemos con las mesas de diálogo" con los legisladores.