Parece mentira, pero es cierto. Durante todo el año 2013, hasta Canarias han llegado 104 inmigrantes en situación irregular a bordo de pateras y cayucos. Esa cifra resulta inferior al número de subsaharianos que podían desembarcar en uno solo de los grandes cayucos de madera que eran remolcados hasta Los Cristianos o el Sur de Gran Canaria durante los años 2006, 2007 o 2008, por poner un ejemplo. A pesar de que a finales de agosto llegó una embarcación con 28 africanos al Sur de Tenerife y de que en la madrugada del lunes una patera fue localizada en la cala de Pedro Barba, en La Graciosa, no se puede hablar, ni de lejos, de un repunte en el fenómeno migratorio hacia el Archipiélago.

Siete años después del "boom" de los cayucos, en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Hoya Fría solo hay 28 inmigrantes. Y en el recurso de Gran Canaria habrá 32 adultos cuando ingresen los magrebíes que arribaron a La Graciosa. Los recursos de Lanzarote y Fuerteventura están cerrados, según explican fuentes policiales. Por falta de usuarios, también continúa inutilizado el recinto creado con naves prefabricadas junto a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía del Sur de Tenerife. Y los menores se derivan a centros de acogida.

Jean Arsene Yao, redactor de la revista Mundo Negro, explica que en 2006, junto a la siempre presente aspiración para mejorar las condiciones socioeconómicas, los inmigrantes buscaban huir de los conflictos bélicos en diversos países subsaharianos y entraban en una Europa y una España con un alto nivel de vida y gran estabilidad social. Actualmente, muchas de esas guerras se han apagado, con excepción de la realidad de Malí. Para Yao, las personas que hoy deciden saltar hacia Europa por el Norte de África, en la inmensa mayoría de los casos, llevan muchos meses o años esperando para alcanzar tal objetivo.

Y, además, Arsene Yao apunta que las aportaciones de la agencia Frontex de la Unión Europea para frenar la inmigración irregular desde la costa Noroccidental africana han podido reducirse, tanto en medios aéreos y marítimos como en ayudas a las autoridades senegalesas o mauritanas para impulsar la recepción de inmigrantes repatriados.

Manuel Sánchez, responsable de Equipos de Respuesta Inmediata de Cruz Roja en Canarias, comenta que no se puede hablar de "repunte" de la inmigración hacia Canarias durante los últimos años. Según Sánchez, "notamos una cifra similar a la que llegó en 2012". Explica que, durante los meses de junio, julio y agosto del presente año, únicamente llegaron a las islas las 28 personas que un buque de Salvamar trasladó a Los Cristianos. Y en el mismo periodo estival del 2012 dicho parámetro fue de 24 inmigrantes.

Este miembro de Cruz Roja resalta, como es evidente, que la inmensa mayoría de los subsaharianos que buscan llegar a Europa se desplazan por tierra hasta el Norte de África. Manuel Sánchez explica que el fenómeno migratorio siempre ha existido, existe y existirá y su evolución y orientación depende de los intereses de los propios implicados en buscar su futuro en otro país o continente.

Sánchez aclara que, en cualquier momento, la situación puede variar y el Archipiélago se convertiría de nuevo en un destino masivo para decenas de miles de africanos, si las condiciones son favorables para ellos.

A juicio de este responsable de los equipos operativos de Cruz Roja en Canarias, una de las razones que impulsan a los inmigrantes a elegir el Norte de África para saltar a España y Europa puede ser económica, ya que les resulta más barato hacerlo desde ese punto que desde las costas de Senegal o Mauritania, donde forzosamente están obligados a pagar el viaje en un barco y un par de motores para realizar una travesía que, en ocasiones, se lleva a cabo en condiciones peligrosas.

Desde el territorio comprendido entre Ceuta y Melilla, los subsaharianos lo intentan con barcos de "juguete" o a nado.

Sánchez comenta que Cruz Roja Española mantiene sus equipos para atender la llegada de pateras o cayucos a las costas de diferentes islas, pero reconoce que el despliegue de medios y los recursos económicos que recibe del Gobierno del Estado no pueden compararse a los registrados en los años 2006, 2007, 2008 o 2009.

Durante el 2006, unas 31.859 personas llegaron en unos 300 cayucos hasta el Archipiélago. Y la "ruta canaria" de los últimos tiempos empezó en 1994, cuando dos jóvenes marroquíes arribaron en una patera a la zona de Salinas del Carmen, en Fuerteventura.