Toda la prensa nacional sigue destacando las solemnidades celebradas en el Vaticano con motivo de la canonización de San Martín de Porres. Con el título "El niño del milagro", el corresponsal del diario madrileño "Ya", en Roma, Luis de la Barca informa: "Como era natural, uno de los centros de atracción" ha sido la figura del niño tinerfeño Antonio Cabrera y Pérez Camacho, favorecido con uno de los milagros que han servido para la canonización de San Martín de Porres. Con sus diez años y con una viveza maravillosa, ni un solo momento se ha dejado achicar por la expectación que le rodeaba. Y lo curiosos es que se ha presentado en todas partes -incluso en la presencia del Papa- acompañado por René Muñoz, el artista cubano que ha llevado "Fray Escoba" a la pantalla.El puerto es lo primero.- De Barcelona y Cádiz entró por la mañana la motonave "Ernesto Anastasio", con pasajeros para nuestro puerto y en tránsito para el Puerto de la Luz, de donde el buque regresará mañana a primera hora para reanudar a las doce de la noche la travesía para Málaga y Barcelona. Esta noche, a las doce, navega para el Puerto de la Luz, Málaga, Alicante, Valencia y Barcelona el "Ciudad de Salamanca", que regresa esta mañana de Santa Cruz de La Palma. Con carga, esta noche, a última hora, será despachado para La Coruña, Santander y Pasajes el vapor "Escolano" y mañana, a primera hora, tendremos de vuelta de Santa Cruz de La Palma a la motonave "Ciudad de Palma", que a las doce de la noche navegará para Cádiz y Sevilla, vía Puerto de la Luz.

El caricaturista Dávila, en Tenerife.- Se encuentra en Tenerife el conocido periodista y caricaturista del periódico "Informaciones", de Madrid, José Luis Dávila, quien permanecerá en esta isla algunos días. El motivo de la visita del conocido dibujante es el de realizar para su periódico algunas crónicas de Tenerife.

Suceso en Lanzarote.- Rafael D.P., medianero de 58 años de edad, ha perdido la vida al arrojarse al aljibe de una finca del pueblo de Tiagua, después de inferirse tres puñaladas en la región precordial, la mayor de ellas de cinco centímetros de profundidad. La víctima del suceso había salido de su domicilio para trabajar en su casa, situada a unos cien metros de la vivienda donde se hallaba su esposa, que permanecía zurciendo ropa, sentada, junto a una de las puertas. La señora Hernández observó que su marido se había inclinado sobre el aljibe, pero pensó que trataba de guindar agua.