«Partidos arbitrados por Monitores y Padres», por Iván Díaz

.

AUTOR: IVÁN DÍAZ (ÁRBITRO NACIONAL)
 
Uno de los mayores problemas que seguimos teniendo en los colectivos arbitrales del BALONCESTO es encontrar niños y niños que quieran arbitrar y, en muchos casos, las actitudes inapropiadas y descalificaciones que sufren estos árbitros noveles, hacen que desistan de seguir arbitrando, pues aunque en las categorías inferiores ellos también están aprendiendo, a algunos Monitores y Padres se les olvida. Y con su actitud, se convierten en un virus dañino para el arbitraje y, en definitiva, para el desarrollo normal de los partidos de baloncesto. Es por ello que creo que los partidos de los niños y niñas de menor edad, es decir, kinder o pre-benjamines y los benjamines, deben ser arbitrados por los propios Monitores, pero sobre todo por los Padres (entiéndase padres y madres, lógicamente).
 

Los objetivos técnicos a alcanzar en estas categorías son básicamente el dominio del balón, pase de pecho y picado con ambas manos. Son objetivos básicos que en ningún caso habla de movimientos de pies o cambios de ritmo, pues el verdadero objetivo de la competición, más allá incluso del resultado, no es otro que iniciarse en el sano hábito de la competición deportiva del BALONCESTO, y que el niño o niña disfrute de su deporte favorito, mediante los partidos del sábado en la Concentración. 

 
Por tanto, si los objetivos técnicos son tan limitados, la actividad arbitral queda reducida a una mera presencia testimonial. Los árbitros únicamente deben sancionar Pasos cuando se avance con el balón de una manera exagerada, Faltas personales, únicamente ante aquellos contactos fuertes sobre acciones de tiro y posibles empujones sobre jugadores con control de balón (en un partido de esta edad apenas debieran sancionarse más de 10 faltas a lo largo del mismo) y las situaciones de Saltos entre dos, que es la acción más habitual que se sancionará durante el partido. Así como, por supuesto, los Fueras de banda, dada la falta de dominio y pérdidas del balón o salidas del terrenos de juego.
 
En conclusión, el arbitraje es estas categorías trata principalmente de NO intervenir en el juego, la figura del árbitro es casi de espectador, únicamente debe velar por el desarrollo normal del partido, sancionando únicamente aquellas acciones realmente punibles. Es por ello, que una manera de acercar el arbitraje a los Monitores y Padres, y con ello tratar de erradicar determinados comportamientos, es considerar que éstos arbitren dichos encuentros, de esa manera TODOS favoreceremos el normal desarrollo de los partidos y lograremos considerar el BALONCESTO en Promoción Deportiva como lo que es, una fiesta, donde la pregunta al niño o niña no es cual ha sido el resultado del partido sino si se lo ha pasado bien, si se ha divertido jugando al BALONCESTO.