Hoy hace 67 años de un acontecimiento histórico

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 España fue uno de los diez países protagonistas del primer Mundial de la historia, celebrado en Buenos Aires en el mes de octubre de 1950. La Selección Española Absoluta Masculina (SEAM) disputó su primer partido el día 25, hace hoy exactamente 67 años. En 2014 los tres internacionales entonces supervivientes de aquel equipo histórico –Eduardo Kucharski falleció meses después- nos explicaron la experiencia. El Museo FEB conserva numerosos documentos y material relacionados con este I Mundial.

TRABAJO PERIODÍSTICO PUBLICADO EN FEB.COM

Tras su primer gran éxito internacional –subcampeona de Europa en el I Eurobasket en 1935-, la Selección española sólo jugó seis partidos, todos ellos amistosos, entre 1936 y 1949, incluido en obligado paréntesis de la Guerra Civil. De modo que en enero de 1950 afrontó el torneo clasificatorio para el I Mundial sin apenas bagaje. Lo disputó en Niza (Francia), con un balance final de 3 victorias (sobre Finlandia, Austria y Bélgica) y 2 derrotas (frente a Italia en dos ocasiones) que le clasificó para Buenos Aires. A la postre, el partido decisivo fue el que le enfrentó a los belgas, y que se decidió a favor de España por un solo punto y gracias a una canasta inverosímil de Ferrando (un gancho desde prácticamente una esquina) en los últimos segundos.

La Selección pudo participar en el torneo una vez recibido el permiso de las máximas autoridades deportivas del país -encabezadas por el general José Moscardó, Conde del Alcázar de Toledo- para jugar más allá de nuestras fronteras. La otra novedad del torneo pre mundial fue la contratación por parte de la Federación Española de un entrenador extranjero, el lituano nacionalizado estadounidense Michael Rutzgis. Su fichaje debía significar un salto de calidad… pero a la postre dejó más huella por su afición a los vinos españoles que por sus conocimientos del juego, aunque, eso sí, se le considera el introductor en el baloncesto español del concepto de bloqueo. También dejó para la historia de la Selección alguna decisión entre anecdótica y excéntrica, como la de prohibir a los jugadores lucir bigote.

Una vez lograda la hasta cierto punto inesperada clasificación para acudir a la capital argentina, el desplazamiento de la Selección fue acorde con los tiempos: 36 horas de viaje en un cuatrimotor a hélices, que antes de aterrizar en Buenos Aires tuvo que hacer cuatro escalas técnicas en Lisboa, Dakar, Natal y Río de Janeiro, como nos explicaron en 2014 los entonces tres únicos supervivientes de aquella Selección, Eduardo Kucharksi (fallecido el 2-10-2014), Jaume Bassó y Angel González Adrio.

España acudió al Mundial sin excesivas aspiraciones, y así se reflejó en sus resultados, que le relegaron a la novena –y penúltima- plaza final: sólo acabó por delante de Yugoslavia, porque los balcánicos se negaron a jugar precisamente contra España por motivos políticos. De modo que nuestra Selección sólo ganó el partido que no jugó. Los que jugó los perdió todos: contra Egipto (56-57), Chile (40-54), Perú (37-43) y Ecuador (50-54).

Seleccionados por Anselmo López y dirigidos por Rutzgis, los jugadores que formaron aquel equipo fueron:
Eduardo Kucharski
Alvaro Salvadores
Andreu Oller
Joan Dalmau
Arturo Imedio
Joan Ferrando
Angel Lozano
Jaume Bassó
José Julio Gámez
Domingo Bárcenas
Angel González Adrio
Ignacio Pinedo

De estos doce sólo viajaron desde España diez, a quienes en Buenos Aires se añadieron Gámez y Salvadores. De todos ellos, mención especial merece Alvaro Salvadores. Hijo de españoles residente en Chile desde su infancia, meses antes de la disputa del Mundial envió una carta a la Federación Española en la que incluyó fotografías y crónicas de partidos en los que él había intervenido en el campeonato chileno. El entonces presidente de la FEB, el general Querejeta, le contestó anunciándole su inclusión en la Selección y convocándolo en Buenos Aires. Con 1.82 de estatura era uno de los jugadores más altos del equipo, y finalizó el Mundial como máximo anotador español. Pero a su regreso sus compañeros dijeron de él que era excesivamente individualista.

La medalla de oro la conquistó Argentina, que derrotó en el partido decisivo a Estados Unidos por 64-50 en un pabellón de Luna Park enloquecido. Y la medalla de bronce fue para Chila, por delante de Brasil, Egipto, Francia, Perú, Ecuador, España y Yugoslavia.

El Museo FEB conserva numerosos documentos y material relacionados con este I Mundial.

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