«La fiesta no debe tardar», dicen en Santiago de Compostela

SIN PALABRAS El técnico Moncho Fernández con cara de circunstancias ayer en Burgos. FOTO: Diario de Burgos

El Blu:sens Monbus no fue capaz de cumplir su parte de la ecuación y se dejó sus opciones de ascenso en El Plantío. Cayó ante el Ford Burgos por 68-56 y permitió la fiesta en Murcia, que celebró durante la prórroga el ascenso. Al final la derrota, que en un principio decepcionó a la afición obradoirista ante la posibilidad del pinchazo pimentonero con el Tenerife, se dio también por buena con la sufrida victoria de los de Luis Guil (112-111). 

Tillman se convirtió en la primera pesadilla del cuadro de Moncho Fernández. Metió los siete primeros puntos del partido y forzó al rival a tener que pelear desde el principio por debajo en el marcador. Empató el Blu:sens Monbus un minuto más tarde, pero con Washington desquiciado por las dos faltas en ataque que cometió, y las malas decisiones a la hora de tratar de buscar las penetraciones y los tiros volvieron a sumir al colectivo gallego que encajó once puntos de manera consecutiva. Junyent tiró del carro y peleó. Además el Obra ajustó la defensa y el ataque local se atascó. Un parcial de 0-8 volvió a meterle en el partido antes de que concluyese el cuarto. 

Una canasta de Miquel Feliu en el primer ataque y un triple de Bulfoni puso por delante al conjunto visitante por primera vez en el choque. Además, el trabajo en la propia pintura impidió que el quinteto local fuese capaz siquiera mirar al aro en dos posesiones consecutivas. Con el partido igualado, se alternaron los errores y entonces el Obradoiro no sólo perdió la iniciativa, sino que además volvió a dejarse una renta de seis puntos más importante en lo anímico que en lo deportivo. Pero el cuadro compostelano no se dio por vencido ni aún con el peor panorama y nuevamente desde la defensa volvió a sacar fuerzas de flaquezas y niveló el choque con otro arreón. Entonces Rai López acertó desde 6,75, Levon Kendall falló dos tiros libres y el paso por los vestuarios encontró a los jugadores de Casadevall tres puntos por delante en el marcador. 

El descanso mantuvo la inercia del cuadro local. El Obradoiro sufrió en ataque como en toda la noche. El juego interior estuvo espeso, no ayudaba el perímetro, y el choque de ritmo lento favoreció al Ford Burgos que llegó al final del tercer cuarto con ocho puntos de renta.

La afición acarició el ascenso pero al final se rindió al gafe pimentonero

Verse tan lejos en el marcador precipitó los lanzamientos visitantes y acabó con los ataques largos y pacientes. Fue el peor de los remedios, ya que pese a que entró un triple de Bulfoni, desperdició varios intentos en los que no sólo no tuvo el acierto necesario, sino que tampoco cargó en el rebote en ataque. Se desinfló el cuadro santiagués en el último cuarto y dio alas al local que llegó a superar la decena en el marcador. 

La paciencia resurgió a falta de tres minutos. Un palmeo de Ruffin tras el enésimo fallo debajo de la canasta, devolvió al Blu:sens Monbus a tiro de triple de su oponente, y obligó a Casadevall a pedir un tiempo muerto.Pero reapareció el miedo, volvieron los nervios y ninguno de los dos se atrevió a ser capaz de seleccionar un buen tiro. Hasta que un dos más uno de Peter Lorant, con 1:45 en el marcador acabó de romper el partido. 

Atacó a la desesperada el Obradoiro, pero no fue capaz de volver a meterse ya en el choque. Los jugadores visitantes lo intentaron, pero no hallaron el camino para volver a situarse a tiro. A falta de un minuto, el colectivo santiagués bajó los brazos, mientras el local se gustó. La última acción, en la que Corbacho robó el cuero y falló solo bajo la canasta fue el resumen de un partido en el que el Blu:sens Monbus nunca se creyó el ser capaz de hacerse con el partido. 

Santiago. Se sabía que el milagro era casi imposible, pero la afición del Obradoiro, acostumbrada a gestas impensables, guardaba en su fuero interno la esperanza de que ayer se pudiese celebrar ya el ascenso a la ACB. Fue una noche de transistores, de televisión a dos bandas en la que la emoción del duelo entre el Murcia y el Tenerife apenas si dejaba mostrar la rabia por la impotencia que exhibía el Blu:sens Monbus en su batalla en Burgos. Se cumplía durante cuarenta minutos lo que parecía más lejano, el pinchazo de un líder superado por el juego alegre y por veces anárquico de lo isleños, pero el errático ataque del equipo compostelano anulaba la opción de un triunfo en El Plantío. Difícil lo tendría el técnico Moncho Fernández para levantar anímicamente a los suyos si el Murcia no pudiese finalmente sacar adelante su duelo. Hubo que esperar a la prórroga para conocer ese desenlace y al final salieron las cuentas. 

Se sufrió mucho en los puntos de encuentro elegidos por los obradoiristas. La convocatoria de la Ser en la sala Capitol resultó un éxito y también los peñistas de All Sar se congregaron en buen número en su bar de referencia. Fue un ensayo general. ¡La fiesta no debe tardar! 

B. 3º Burgos – 8º Navarra, 

C. 4º Girona – 7º Tenerife, 

D. 5º León – 6º Breogán. 

Se disputarán en las fechas: 29 abril, 1, 4, 6 y 8 de mayo. 

Las semifinales, siempre a 5 encuentros, están fijadas para los días 13, 15, 18, 20 y 22 de mayo entre: 

E. Vencedor A – Vencedor D 

F. Vencedor B – Vencedor C 

La final (27 y 29 de mayo y 1 de junio y, sin son necesarios, 3 y 5 de junio) será entre: Vencedor E – Vencedor F. 

El play-off de permanencia, también al mejor de cinco, los disputarán el Palencia Baloncesto (17º) frente al Fundación Adepal Alcázar (18º) los días 29 abril, 1, 4, 6 y 8 de mayo. 

• Desciende a la LEB Plata el Aguas de Sousas Ourense tras su derrota frente al Palencia. 

RAS DE RAS sirvió una vez más de punto de encuentro para los peñistas de All Sar que se quedaron sin celebrar el ascenso. FOTO: F. Blanco

Se sufrió mucho en los puntos de encuentro elegidos por los obradoiristas. La convocatoria de la Ser en la sala Capitol resultó un éxito y también los peñistas de All Sar se congregaron en buen número en su bar de referencia. Fue un ensayo general. ¡La fiesta no debe tardar! c.guillén