«Una heroína en la grada del Santiago Martín», por Rafael Maceira

.

ARTÍCULO DE: RAFAEL MACEIRA

Verena Pérez Rodríguez es una experimentada educadora infantil, está separada, tiene dos hijas de 4 y 11 años y es un miembro más de la familia aurinegra. Una aficionada y abonada del C.B. Canarias que, por ejemplo, se ha preocupado por el estado de salud de Nicolás Richotti durante las desafortunadas lesiones que ha sufrido. Esto no llamaría la atención si no fuera porque lleva 14 meses de calvario a consecuencia también de una grave lesión de rodilla que le cambió la vida en un segundo.

La lesión se produjo en su lugar de trabajo. Verena Pérez Rodríguez tropezó con un bebé en brazos al que se negó a soltar. Su instinto de protección fue infinitamente más fuerte que su rodilla y su puesto laboral. Desgraciadamente Verena perdió la rodilla y con ella su fuente de ingresos. La empresa para la que trabajaba acabó por despedirla y los padres de ese pequeño parece que ni siquiera hoy son conscientes del accidente laboral.

Verena se ha apoyado en dos muletas para salir adelante. Tanto en sentido literal como en el figurado. El literal queda ilustrado por una de las fotos que acompañan a este texto. En el figurado una muleta se llama FAMILIA y la otra C.B. CANARIAS. ¿Les suena? El baloncesto también puede servir de terapia…

Estas son las palabras con las que ella misma describe lo sucedido:

«Un día normal de trabajo que por culpa de una desafortunada caída hace que cambie por completo mi vida. Un 9 de nov y finalicé el año con un diagnóstico grave (SUDECK de rodilla) con tendón rotuliano y ligamento interno destrozado, sumando laceraciones de rótula, tibia y peroné . A esto sumar un despido. Hoy ya han pasado 14 meses, pasando por un año de dolores insoportables y mucho tratamiento. Hoy por hoy tengo la resolución de Incapacidad Permanente Total para mi puesto de trabajo, y la necesidad de seguir con los tratamientos para poder mejorar. Mis muchos años de experiencia 21 y mi formación va toda dirigida a Educación. Es el momento de abrir el abanico de la formación y la obligación de encontrar un trabajo. Difícil pero con esfuerzo y perspectiva lo lograré. Mi familia ha sido decisiva para yo no tirar la toalla. De un día común a un infierno».

Si escribo esto es porque pienso que la familia aurinegra es más que una etiqueta comercial. Pienso que las redes sociales pueden ser frívolas, pero que también pueden ser utilizadas para ayudar. ¿Quién dice que entre todos los que leamos y compartamos este post no hay alguien que pueda echar una mano?

Gracias por leer hasta el final y, sobre todo, gracias por AYUDAR.