Kostas Vasileiadis: “Me gustaría volver al Bilbao Basket, pero no está en mis manos”

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Desde su llegada al conjunto isleño el pasado diciembre, el alero griego se ha convertido en el segundo máximo anotador del rival que llega al Bilbao Arena el domingo

UNA ENTREVISTA DE JON LARRAURI (PERIÓDICO DEIA)

 

Once puntos por partido en apenas 22 minutos de presencia en cancha tirando con un 67% de efectividad en lanzamientos de dos puntos, un 48% en triples y un 96% en tiros libres. Kostas Vasileiadis está respondiendo a lo que de él se esperaba cuando Fotis Katsikaris le llamó para incorporarle a filas. El alero griego se ha adaptado a las mil maravillas al Iberostar Tenerife y está demostrando, a sus 34 años recién cumplidos, que todavía puede ser un jugador competitivo en la Liga Endesa. Centrado en la lucha de su equipo por entrar en el play-off, no esconde que sigue soñando con volver a vestir la camiseta del Bilbao Basket, conjunto en el que disputó “los tres mejores años de mi carrera profesional” y al que “no me gusta ver tan abajo en la clasificación”.

Segundo máximo anotador del Iberostar Tenerife, tirando con magníficos porcentajes… No le va mal en su regreso a la Liga Endesa.

-Me va todo muy bien, es cierto. Después de cuatro meses ya en el equipo cada día me encuentro mejor. Estoy jugando y entrenando bien y la adaptación ha sido rápida y buena. Ahora tenemos diez partidos por delante para tratar de meternos en el play-off, que es nuestro objetivo.

Estaba jugando en el Aries Trikalla, ahora último clasificado de la liga griega. ¿Esperaba a los 33 años volver a tener la oportunidad de jugar en la ACB?

-Estaba preparado, te lo aseguro. Yo tenía muy claro que quería regresar a la ACB, estaba esperando a que surgiera la oportunidad después de un verano en el que trabajé muchísimo el apartado físico. Busqué un equipo que me permitiera mantenerme en forma y tener partidos para estar en buen estado. Al final esa oportunidad llegó desde Tenerife y estoy feliz, trabajando para seguir mejorando.

¿Cómo se gestó su fichaje?

-Fue todo muy rápido. De hecho, pasó en un día. Me llamó Fotis (Katsikaris) y me dijo que necesitaba un tirador. Tenía cuatro nombres en la agenda y el primero era el mío. Nosotros aquel día teníamos partido en la cancha del Panathinaikos y yo estaba en el autobús con el equipo cuando me llamó. Jugué el partido por la noche y al día siguiente hice las maletas para marcharme a Tenerife.

¿Cómo ha sido reencontrarse con Fotis Katsikaris?

-Me ha traído muchos recuerdos del pasado, muchos buenos momentos que vivimos juntos durante tres años en Bilbao. Para mí es fácil jugar para él porque sé perfectamente lo que quiere de mí. Los compañeros también me han ayudado mucho con los sistemas, con las jugadas… Mi adaptación ha sido sencilla.

¿Ha cambiado Fotis estos años?

-Ha variado algunas cosas del juego, de los sistemas, pero sigue siendo el de siempre.

¿Qué club se ha encontrado?

-Un equipo con muchísimo talento, con jugadores jóvenes muy buenos y veteranos con mucha experiencia en la ACB que ayudan al resto, a que jugadores como Mike Tobey o Rosco Allen vayan mejorando y puedan ofrecer su mejor juego. La verdad es que estamos trabajando muy bien y ahora queremos ganar para clasificarnos para el play-off. Nos quedan diez finales por delante.

Se le ve muy adaptado, ha conectado muy bien con equipo y afición.

-Es que soy buen chico (risas). Me gusta el club porque la gente llena el pabellón y está siempre muy cerca del equipo. Para mí eso es genial, es algo que ayuda mucho a mi juego.

En Copa llegaron a semifinales tras eliminar al Valencia Basket, pero en la Champions quedaron apeados en octavos de final, con remontada del Murcia en el Santiago Martín incluida. ¿Han sido el mejor y el peor momento de la temporada?

-Sí, probablemente sí. En la Copa estuvimos muy bien ante el Valencia Basket y también contra el Real Madrid, aunque no ganáramos. Pero en la eliminatoria europea contra el UCAM Murcia no estuvimos bien. Ganamos allí el primer partido, pero el segundo partido, en casa, no lo afrontamos bien, más mentalmente que desde el punto de vista del juego. Ellos son un equipo muy físico, a nosotros nos costó mucho entrar en el partido y lo acabamos pagando.

Ahora, en plena lucha por el ‘play-off’, son bastante solventes en casa pero fuera les está costando sacar partidos.

-Es cierto. No ganamos fuera desde diciembre en el Palau, mi primer partido con el equipo. En casa estamos mejor y jugamos muy duro, aunque se nos escapó el encuentro ante el Andorra, que era importantísimo. Esa derrota la tenemos que recuperar ganando a domicilio, tenemos que cambiar de mentalidad para hacerlo posible. Por eso digo que nos quedan diez finales.

El domingo le toca visitar Miribilla, una pista siempre especial para usted. Y este año el partido llega con un Bilbao Basket con el agua al cuello, al borde del descenso.

-Eso no me gusta nada, no lo quiero ver. En mis tres años en Bilbao hice mi mejor juego como profesional, fueron los mejores años de mi vida. Hice muchos amigos, guardo muy buenos recuerdos con la afición… Será una final para los dos equipos y nosotros iremos preparados para ganar. Creo que se verá un buen partido.

¿Esperaba ver tan abajo al conjunto vizcaíno?

-Yo creía que iban a hacer un buen año, que iban a estar peleando por estar en el play-off, pero las cosas han ido mal. Es ahora cuando el equipo tiene que reaccionar, le quedan todavía diez encuentros por delante.

Usted nunca ha ocultado que le gustaría volver a ser un ‘hombre de negro’. ¿Mantiene la esperanza?

-Lo que ocurre es que para que eso se produzca no está todo en mis manos. Hay gente que manda en el club, gente que se encarga de diseñar y hacer el equipo y hasta ahora no he estado en sus planes, no sé si eso va a cambiar. A mí me gustaría volver, nunca lo he ocultado y lo sigo manteniendo. Acabo de cumplir 34 años, me siento muy bien físicamente y me gustaría jugar tres años más, pero las oportunidades se van acabando.

¿Quedan cuentas pendientes en el apartado judicial?

-Todo eso ya se arregló, es cosa del pasado. No queda nada pendiente ni deudas.

¿Se ha dirigido a usted el club en los últimos años para ficharle o interesarse por su situación?

-Nunca.

¿Y usted o su agente se han dirigido al club para hacerle saber su predisposición a volver?

-Una vez. El año pasado, a mitad de temporada (cuando se lesionó Scott Bamforth). Mi agente habló con el entrenador y con Raúl López, pero le dijeron que no querían hacer cambios en la plantilla.

Tras curso y medio en Grecia, ¿cree que está demostrando que aún puede ser competitivo en la ACB, que podía haber dudas a este respecto?

-Puede ser. Yo este año me veo muy bien, tanto físicamente como desde el punto de vista del tiro. Estoy demostrando que puedo seguir siendo competitivo. Si no me hubiera visto bien, habría sido yo mismo el que lo habría dejado. Pero tenía muchas ganas de seguir jugando a un alto nivel competitivo y por eso trabaje durante el verano. Ahora todos pueden comprobar que estoy bien y yo sigo siendo feliz cada vez que entro en un pabellón. Si sigo así, ¿por qué no jugar tres o cuatro años más? A mí me encantaría.

¿Y después?

-Quiero ser entrenador. En verano tengo el curso para sacarme la licencia A. Me gustaría mucho hacer carrera como técnico.