«Davin White nos dio muchas cosas y ahora nos necesita»

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Arropar a uno de los nuestros le ayudará a superar el bache. Mañana todos llevaremos el «34»

DAVIN WHITE vuelve a las convocatorias. Cierto es que lo hace debido a que su compañero Mateusz Ponitka es baja por lesión. El 34 del Iberostar Tenerife ha dado muestras de su profesionalidad a lo largo de sus tres temporadas luciendo la camiseta de la «Fiebre Amarilla».

Llegó en la campaña 15/16, procedente del Manresa, con el que había disputado 31 partidos de Liga Endesa, aportando la friolera de 347 puntos. Sus condiciones atléticas, su facilidad para leer el juego en ataque y romper las defensas rivales, bien con tiros exteriores o doblando la cintura a su marcador para buscar la bandeja y el adicional, le hicieron brillar de aurinegro en la 15/16, aportando 267 tantos y disfrutando de 632 minutos en 32 actuaciones. 

Una temporada después, en la 16/17 White rompió moldes y nos ofreció su mejor versión, aquella que le llevó a la NBA, aunque la desafortunada decisión de su agente no le permitió firmar ese contrato millonario con Phoenix Suns, tras hacer una más que aceptable pretemporada. Fue la pasada la mejor campaña con el Iberostar Tenerife, jugando un papel destacado en la Liga ACB y en la Champions, viniéndonos a la mente aquellas acciones finales por el título europeo ante el Banvit turco.

En la competición doméstica jugó 32 partidos, más tres del play off contra el Unicaja. White ayudó a lograr la histórica quinta plaza ACB con sus 322 puntos y 140 asistencias, con una efectividad del 35% desde el 6,75 (57 triples).

En la citada competición protagonizó jugadas en finales de partidos que valieron la victoria. La penetración hasta la cocina tras dejar clavado en el parquet a su defensor para dejar la bandeja ganadora, lo que aconteció en la visita al Andorra.

¿La revivimos?, pues pincha el vídeo:

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La lesión en un dedo le marcó

Una lesión en un dedo de la mano, en un lance del juego, llevó a Davin a la enfermería. Se puede decir que aquí empezó su «calvario». En la actual 17/18 sus cifras no son nada buenas. Intenta hacer las cosas que le manda Fotis Katsikaris pero no le salen. Su tiro desde la línea del 6,75 ha bajado a un 21% de efectividad (16/76), dando apenas 18 asistencias cuando el año pasado sumó 150…

Además, no se le ve feliz en la cancha y cuando el jugador no se divierte jugando… mala señal. El entrenador, al disponer de trece fichas y recuperar al lesionado Josh Akognon, se ve en la tesitura de dejar cada semana a uno de los tres escoltas fuera. Los candidatos son Tobias Borg, el citado Akognon y Davin White. El coach analiza el momento de cada uno de ellos y no hay dudas: el que menos rinde es el 34. Decide entonces dar de baja su ficha en ACB.

Un palo muy duro para un deportista de élite. Se perdió la visita a una de las canchas en las que mejor juega: Miribilla y tampoco formó parte de la expedición a Málaga. En este encuentro resultó lesionado el polaco Ponitka, con un esguince de I-II grados que le obliga a descansar mañana miércoles, ante el Gipuzkoa, además de ser seria duda de cara a la visita, el domingo, al «Buesa Arena» de Vitoria. La opción es clara para Katsikaris: dar la baja federativa al polaco y recuperar al norteamericano.

Mañana volverá a saltar al parquet del Santiago Martín. Y lo hará con el deseo de recuperar su autoestima y sentirse de nuevo un jugador importante. Él no ha alzado la voz cuando le dieron la baja, entrenando con la misma intensidad de siempre. Sabe que un día, quizás mañana, y ante su afición, DAVIN WHITE volverá a ofrecer su mejor versión, esa que aporta su granito de arena en la conquista de la victoria.

Nos quedan por delante ocho finales. Ocho partidos con adversarios de distintos perfiles a los que hay que tratar de vencer. El más inmediato es el Gipuzkoa y la ocasión es la ideal para que White finalice su actuación en positivo.

La afición, ese sexto jugador que jamás falla a la llamada del club, sabrá demostrar su sabiduría, su saber estar. Es consciente que uno de los «guerreros aurinegros» lo está pasando mal y que necesita el calor de la grada. Recuperarse depende de él, eso es evidente, pero una ayuda extra de quienes llegamos a vibrar con sus canastas importantes le vendrá muy bien.

Silbarle si falla un triple o si bota y bota agotando 20 de los 24 segundos es lo que haría una afición mediocre. Olvidar lo que nos dio para gritar «¡Siéntalo ya!» no es de recibo para DAVIN WHITE.

Insisto, él ha sido determinante en muchas batallas ganadas y no se merece que en momentos de horas bajas le queramos «lapidar». Sí, lo tengo muy claro: MAÑANA DEBEMOS LLEVAR EL «34» de DAVIN WHITE.