«¡Cómo se regala un partido!», por Fernando Villamandos

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SECCIÓN: DESDE LA PRIMERA FILA

TÍTULO: «CÓMO SE REGALA UN PARTIDO»

AUTOR: FERNANDO VILLAMANDOS (ENTRENADOR SUPERIOR DE BALONCESTO)

 

«Hacía mucho tiempo que no veíamos a un Canarias jugar de esta forma. La manera de regalar un partido, lo que nadie se podía imaginar en el descanso. Porque tras unos inicios un tanto titubeantes, por no decir que imprecisos, vimos cómo poco a poco el equipo cogía ritmo y, poco menos, decir que quizás se vio al mejor Canarias de esta temporada.

Se ganaba el primer cuarto de 28-21 y se acababa el segundo con 56-35. Exactamente 21 puntos de diferencia. 28 en cada cuarto. Nadie se acordaba de Ponitka de lo bien que se jugaba. De un Akognon  que ya nos decían que en los entrenamientos las enchufaba todas, pero que en un partido oficial no lo habíamos visto con ese tiro fácil y rápido que hace estragos. Y con un Kostas y Abromaitis acompañando en anotación, que eran los artífices de ese resultado. Decir que también sobresalió el trabajo de Niang, tanto en rebote defensivo (metió el miedo a todo el que se movía por su zona), como en rebote de ataque.

Nos las prometíamos felices. Pero…….no sé si fue el “sermón” que les metió Fisac a su gente (salieron a la cancha faltando un minuto para dar inicio el juego), o el relajamiento de los canaristas, tanto en defensa como en ataque. No se jugó con tanta intensidad, y sí con cierta pasividad en los jugadores (“como esto no va conmigo” o “yo no soy el que está fallando”).

Pero lo cierto que esto permitió ir recortando al Guipúzcoa e ir cogiendo confianza y creerse que podían remontar el partido. Las ganas con que lo hacían dañaba la moral y la confianza de los laguneros. Dos cuarto de pena. El tercero de 17 puntos y de 15 el cuarto. De esa forma no se puede ganar un partido. Y eso que decíamos que hacía tiempo que el Canarias no metía 56 puntos en una parte, para luego hacer 32. ¡De pena!

Y aquí quiero darle un toque de atención a Fotis Katsikaris. Y es que permitió que el contrario se les acercara en el marcador, además de dejar en cancha a unos jugadores que no reaccionaban. Y el entrenador griego no fue capaz de “meter en cancha a los jugadores que tan bien lo habían hecho y, si lo hizo, fue en quintetos diferentes. El caso más fragante fue el de Akognon, que apenas jugó en esta segunda parte.

Otro factor es el de no buscar el juego y peculiaridades de algunos jugadores en momentos de dificultad y permitir agotar el tiempo sin buscar una ventaja en el juego. Esto sin contar momentos “difíciles” que están pasando alguno de ellos.

Ah!!!! Y qué decir del público. Hoy estaba más pendiente de los transistores oyendo el resultado del Madrid de fútbol que del partido. Parece que reaccionó al final, cuando el fútbol había acabado.

Solo esperar que nos sirva de escarmiento y nosotros podamos seguir DISFRUTANDO DEL BALONCESTO».