Carta abierta a los profesionales del Iberostar Tenerife

.

«¡Gracias por la Intercontinental, por la Copa del Rey!, claro que sí, pero…»

Un padre reprende a su hijo por una mala conducta. Incluso le da una nalgada. ¿Significa esto que no lo quiere o que es un mal padre?, por supuesto que no. El ejemplo me vale para hablar de la situación que vive en estos momentos el Iberostar Tenerife y los comentarios diversos que se leen por parte de quienes parecen no entender que censurar una actuación concreta, tras una dolorosa derrota, NO es sinónimo de arrojar la toalla o renunciar a lo que resta de competición. Aficionados y algo más que eso que nos recuerdan, para calificar de injusta esa crítica, que «estos jugadores nos han dado una Copa Intercontinental, unas semifinales de la Copa del Rey y, lo más importante, la continuidad, un año más, entre las estrellas del baloncesto español».

Claro que es para sentirnos orgullosos de estos chicos, del cuerpo técnico, del eficiente gerente, del consejo de administración y de cada uno de los empleados que hacen posible, con sus trabajos, que todos nos sintamos orgullosos y felices de vivir momentos de gloria con el CB Canarias. Pero censurar 20 minutos lamentables que nos condenaron a la derrota ante un modesto rival de media tabla, después de ir ganándole por 21 puntos al descanso, no es olvidar lo realizado hasta ayer, es, simplemente, reprender una actuación inapropiada, como esa nalgada al niño en el culo.

A los que nos apasiona el BA-LON-CES-TO nos da una enorme satisfacción no tener que coger el avión o el barco para ir al Gran Canaria Arena a ver basket de élite. Tenemos la fortuna de disfrutar, en vivo y en directo, de esa magia en el Santiago Martín, aquí, cerquita de nuestros hogares. Y ello se debe a que unas personas, cuestionadas cuando vienen mal dadas, se dejaron la piel y el alma por hacer realidad el sueño de la ACB. Se ascendió, se convirtió en SAD y, pasito a pasito, temporada a temporada, siempre con los dos pies en el suelo, se ha ido creciendo hasta llevar ya cinco años seguidos en lo más alto y dejando momentos que ya están en la historia de la entidad, para orgullo de todos los tinerfeños. El club ha crecido como lo ha hecho ese hijo al que su padre le dio una palmadita en el trasero y que hoy, siendo un hombrecito, le mira a la cara, le sonríe y le dice: «¡Gracias, por estar siempre a mi lado!».

La afición del CB Canarias siempre caminará de la mano de su equipo. Tendrá cerca el paraguas para dárselo cuando lluevan truene y guardará su cariño y ese «tranquilos, no pasa nada» para cuando los resultados no acompañan. 

Los profesionales de esta entidad, los que perciben sus honorarios por hacer de su hobbie una profesión, deben tener muy claro que cuando saltan a una cancha a trabajar en las gradas del Santiago Martín se reúnen más de 4.800 personas que en verano y con esfuerzo, pagaron sus abonos para seguir todo el año al equipo de su tierra. Lo hacen encantados. Solo hay que mirarles a la cara en cada encuentro para saber que quieren aportar su granito de arena para que ustedes, los profesionales, puedan sentirse arropados. Y como contrapartida, aunque parezca una tontería, solo les pide entrega, coraje, ilusión y ganas, muchas ganas.

Pero anoche, ante el Gipuzkoa que se iba con -21 al descanso, ustedes no continuaron con la garra, el coraje, la ilusión y las ganas del primer tiempo. Fueron superados por unos jugadores que optaron por no mirar el marcador y pelear por cada balón. Ustedes, admirados jugadores, no lo hicieron. Bajaron los brazos sin bajarlos. Defendieron sin defender. Ni siquiera buscaron en la agresividad (léase faltas) la posible salida a la crisis de identidad sufrida en solo 20 minutos.

Y como consecuencia del terrible mazazo recibido, los 3.800 aficionados, con excepción de unos niños en busca del autógrafo y de la fotografía con sus nuevos ídolos, abandonaron las gradas sin esperar a vuestra salida al parquet para cantar el riqui-raca tradicional. Se fueron enfadados y lamentándose por la gran oportunidad perdida, sabiendo que rivales tan directos en la pugna por los play off como Gran Canaria o Andorra habían sufrido, como visitantes, sendas derrotas ante Bilbao y Burgos.

Marcharon cabreados, a las 22:00 horas de un día laboral, sabiendo que hoy iban a ir con algo de mal humor al trabajo. Porque, seguramente al igual que ustedes, nunca lo he dudado, ellos sienten muy en el alma a este equipo y a este escudo. 

Precisamente por lo que para mucha gente de esta Islita representa el sentimiento aurinegro me permito pedirles que superen este bache (el tema de las lesiones es inevitable), que se conjuren por volver a ser ese equipo demoledor en defensa, veloz en el contraataque y mortal en la canasta rival. La gente -niños, jóvenes y mayorcitos- no solo se merecen ese esfuerzo en estos últimos siete encuentros sino que se lo agradecerán con la misma intensidad que lo han venido haciendo a lo largo de los casi 80 años de historia.

No comparto titulares negativos tales como «Adiós a los play-off» ni comentarios de periodistas, anti canaristas confesos, que se ríen al decir: «Dijeron adiós a la Champions y ahora dicen adiós a los play off». La mediocridad de los personajes no merece perder un solo segundo. La unidad, la humildad, la complicidad de todos nos ha traído hasta aquí y merecemos cerrar esta temporada 17/18 con la satisfacción de decir, con la cabeza bien alta: «Estos chicos se han dejado la piel por este club».

 

 

Un comentario en «Carta abierta a los profesionales del Iberostar Tenerife»

  • el 13/04/2018 a las 10:35
    Enlace permanente

    Como siempre maestro es una gozada leer lo que escribe. Ahora bien hay un error esta vez ¿Cuál? Según documentados y expertos en este bello deporte lo que usted pone como «CB Canarias» debería ser «Cantera base 1939 Canarias» que según los eruditos antes mencionados no es lo mismo, ya que éste no es de 1939 y aquél si ¿O no maestro?
    Canariaspum,pum,pum…Canariaspum,pum,pum saludos.

Los comentarios están cerrados.